TIJUANA, BC.- Muchas personas que viven en estado de indigencia, han improvisado viviendas en los ductos de aguas negras que corren por debajo de la valla fronteriza que divide a México de Estados Unidos. La parte de abajo de la oxidada pared metálica, ha servido de refugio para algunos que en su momento fueron migrantes y se quedaron varados en Tijuana.
Las autoridades en esta frontera han realizado operativos en el canal del río Tijuana para sacar a adictos e indigentes de la zona y muchos de ellos han encontrado cobijo en estos sitios, en su intento de ser invisibles para la policía municipal.
En los últimos meses ha sido frecuente la llegada de migrantes centroamericanos que buscan la oportunidad de cruzar a Estados
Unidos. Hacen filas en las garitas internacionales para entregarse a las autoridades estadounidenses y tener la oportunidad de ser atendidos por un juez para exponer su caso.
Los centros de detención en el sur de California se han empezado a llenar y de acuerdo con los expertos en migración, la mayoría serán regresados a sus países de origen, tal y como pasó con la migración de haitianos hace ya más de un año.
Quienes llegan deportados pueden llegar a caer en la indigencia y terminan refugiándose en esos ductos de aguas negras bajo el cerco de lámina, sin embargo, suelen ser apoyados por sus familiares o buscan el cobijo de las casas y organizaciones civiles que apoyan a los deportados.