Tras un operativo en el penal de Tulancingo, agentes estatales aseguradas 67 dosis de droga, varias pipas, más de cien encendedores y seis paquetes de papel para forjar cigarrillos.
Además, se decomisaron cuatro tablas de castigo, diversos chips telefónicos, 51 memorias USB, ocho adaptadores, memorias SD, 87 bocinas, 48 cargadores y 288 artículos entre los que se encontraban objetos punzocortantes, desarmadores y martillos.
Con esto las autoridades concentraron sus esfuerzos en detectar desde los filtros de las visitas todos estos objetos que pueden ser utilizados inclusive para delinquir o causar daños dentro y fuera de la prisión.
Apenas el pasado fin de semana en ese Centro de Reinserción Social (Cereso) un hombre que enfrentaba sentencia por secuestro agravado fue localizado muerto en su galera y el diagnóstico, además de la línea de investigación apuntó a un suicidio, pues el sujeto estaba atado del cuello de con una cuerda.
Entre los pasillos del penal los prisioneros habrían comentado que este individuo supuestamente decidió acabar con su vida por problemas de depresión, estrés y malos tratos por parte de las autoridades de ese penal.
Ingresó al sitio apenas el pasado 28 de noviembre tras el acto de secuestro ocurrido en el municipio de Acatlán.
La Policía indagó en todas las áreas comunes, galeras, baños, comedor, espacios públicos, tanto de presos varoniles como femeniles, con la finalidad de detectar todo objeto posiblemente relacionado con la ilegalidad.