Erick Daniel P. B. fue sentenciado a 30 años de prisión por haber cometido el delito de feminicidio en contra de su propia hija.
El 24 de julio, la pareja de jóvenes compuesta por Erick y Claudia estaban en su casa ubicada en Santo Tomás, Zempoala, pero la mujer tuvo que salir y dejar un momento a sus hijos e hijas a cargo del padre.
Al regresar de la calle, Claudia escuchó un golpe y el llanto de la niña; por lo que corrió a la habitación para investigar qué ocurría; sin embargo, Erick Daniel la detuvo y la empujó sin permitirle el paso a la habitación y salió corriendo de la casa, con la niña en brazos, sin que la madre se pudiera percatar de las condiciones físicas en las que estaba su hija.
Más tarde, el hombre regresó sin la niña. Ella cuestionó del paradero y él sólo respondió que “estaba abajo”.
La mujer volvió a salir y al regresar encontró a Erick Daniel muy inquieto; preguntó qué le ocurría y él respondió que “se había robado a su hija la más chiquita”.
Salieron a buscarla, acompañada del taxista con el que llegó a su casa, y encontraron a la niña, sin vida, tirada en un camino de terracería.
De acuerdo con la necropsia que se le practicó al cuerpo de la menor, se concluyó que la muerte la ocasionaron los golpes realizados con el puño que recibió en la cabeza, el abdomen, mejillas y espalda.
En la valoración del tipo penal, el juez explicó que quedó comprobada la responsabilidad de Erick Daniel, así como los dos elementos de género que exige la ley para que encuadre en el delito de feminicidio que son: la relación parental y el haber tirado el cuerpo en un lugar público.
Por los hechos, el hombre deberá purgar una sentencia de 30 años y pagar una multa de 26 mil 773 pesos, de acuerdo con lo explicado por el juez en la audiencia denominada de individualización de sanciones.