La Comisión de Derechos Humanos en el Estado de Hidalgo (CDHEH) emitió su diagnóstico penitenciario que corresponde al segundo semestre de 2018, en el marco del Día Internacional de Nelson Mandela.
En este se destacaron entre múltiples puntos, que al cierre del año pasado la población carcelaria fue de cuatro mil 10 personas, en reclusión, el 93 por ciento hombres, lo cual, refiere que solo 288 mujeres se encuentran privadas de su libertad.
La entidad tiene 12 Centros de Reinserción Social (Cereso), tres Cárceles Distritales y un Centro de Internamiento para Adolescentes.
Hay registro de sobrepoblación en ocho Ceresos, Apan, Jaltocán, Huichapan, Ixmiquilpan, Jacala, Mixquiahuala, Tula y Tulancingo, mientras que según el diagnóstico, las tres cárceles distritales ubicadas en Atotonilco el Grande, Tizayuca y Zacualtipan, no hubo mejora.
El cuanto al derecho a la salud, trascendió que todos los penales cuentan con suficiente medicamento para atender a los enfermos, aunque solo siete tienen un médico adscrito y otros más un área de enfermería.
Se informó que del total de la población, 12 personas son portadoras de VIH o SIDA, diez hombres y dos mujeres, quienes tienen atención periódica a través del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capacits), proporcionando el medicamento retroviral.
Hay 36 personas que presentan enfermedades de tipo mental y son tratados por personal del Hospital Psiquiátrico Villa Ocaranza.
Asimismo, solo el ocho por ciento de los reos, es decir, 323 personas son de origen indígena y se encuentran en 10 de los centros penitenciarios, la mayoría hablan Nahuatl, Otomí y Hñahñú.
Son 21 extranjeros los privados de su libertad en Hidalgo, oriundos de Honduras, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Perú y República Dominicana.
En este sentido, la CDHEH propone le cierre de las Cárceles Distritales para que solo sean centro de resguardo por faltas administrativas, también que se brinden alimentos balanceados, higiénicos y en cantidad suficiente para nutrir, tres veces al día.
Proporcionar suministro permanente de agua para consumo y cuidado personal, que los custodios y el personal directivo cuente con un perfil adecuado y que se continúe con instalación de circuitos cerrados, entre otros.