En las últimas horas han circulado fotos en redes sociales que muestran monumentos y sitios históricos de Hidalgo, pintados por grupos feministas. Se trata de una protesta virtual del grupo Aquelarre Cihuacóatl Colectiva Feminista Hidalgo.
Este grupo surgió hace aproximadamente dos meses y es una red de apoyo entre mujeres para buscar autoprotección en cuanto a delitos de violencia de género, explicó Vania Zamudio, integrante del colectivo.
Comenta que las pintas virtuales son una forma de visibilizar la doble moral de la sociedad, pues les indigna más el daño hacía un monumento que la desaparición de mujeres, no solo en Hidalgo, sino en todo el país.
“Realmente esta problemática es un círculo vicioso, no solo es cuestión de las autoridades, hay complicidad entre la sociedad y entre los abusadores, la gente no nos apoya, en vez de creer a las víctimas terminan culpándolas, lo primero que hacen es juzgar sin conocer el trasfondo”, dijo la entrevistada.
Señaló que el claro ejemplo de no ponerse en los zapatos de las víctimas fue que cuando comenzaron a circular fotos de monumentos rayados, antes de cerciorarse de los hechos, comenzaron a agredirlas.
Además, compartir esas pintas ha tenido más alcance a nivel nacional, incluso que compartir fichas de búsqueda de mujeres desaparecidas, aunado a los señalamientos de “vándalas” y otros términos degradantes hacia las mujeres que participan en movimientos feministas.
En su primer conferencia de prensa, el colectivo Aquelarre planteó posicionamientos a todos los niveles sociales y gubernamentales, en los cuales, principalmente exigen se apliquen las leyes que hay en defensa de la mujer, pues aseguran, prevalece la impunidad y la negligencia, lo cual, ha hecho que las mujeres no tengan confianza de acudir a denunciar, pues en muchos casos son revictimizadas.
La iglesia en honor a San Nicolás Tolentino de Actopan, así como los Atlantes de Tula y el Reloj Monumental de Pachuca aparecieron con pintas feministas virtuales, pero en realidad se encuentran intactas.