ROMA.- El líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, anunció un acuerdo sobre la composición del próximo gobierno en Italia con el partido antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S), que hoy someterán al presidente Sergio Mattarella.
Los dos partidos se reunieron ayer en un lugar sin especificar, buscando la calma que se requería para resolver el último escollo en la formación de su gobierno conjunto: consensuar una propuesta de primer ministro y su gabinete.
El encuentro surtió efecto y Salvini apareció en la localidad de Fiumicino (cerca de Roma), se subió en un taburete y, altavoz en mano, anunció: "Hemos terminado el trabajo sobre el candidato a primer ministro y su equipo de ministros", provocando el aplauso de sus seguidores.
No obstante, pese a las preguntas de los medios, rehusó desvelar el nombre del primer ministro pues "por respeto" esperarán a informar primero al presidente Mattarella, previsiblemente hoy.
Lo que sí reiteró es que ni él, ni el jefe del M5S, Luigi Di Maio, presidirán el próximo Ejecutivo, pero consideró que podrían estar al frente de algún Ministerio que no desveló.
Sobre el futuro primer ministro, Salvini dijo que se trata de un "buen nombre", un candidato "equilibrado que satisface" a ambos partidos.
En los últimos días los analistas apuntaban que Salvini había dado su beneplácito a que el primer ministro lo propusiera el M5S con tal de que no fuera Di Maio, pues su intención es equilibrar la influencia de las formaciones dentro del futuro gobierno.
Y las principales apuestas se dividen en cuatro personas, todos hombres: el jurista Giuseppe Conte; el economista Andrea Roventini, o los diputados del M5S Alfonso Bonafede, abogado muy próximo a Di Maio, y Vincenzo Spadafora, expresidente de Unicef Italia.
Este binomio, el del "anti-casta" M5S y la antieuropeista LN, han cerrado ya un "contrato para el gobierno del cambio" que ha provocado el rechazo de parte de la política y de los mercados.
Algunas de las prioridades que figuran son la expulsión masiva de inmigrantes, una drástica bajada de impuestos, cuestionadas políticas de subsidios, matizadas críticas a la Unión Europea y la petición de revisar los Tratados y la política monetaria comunitaria, entre otros asuntos.