La Casa Blanca reaccionó hoy, ante la movilización nacional contra las armas de este sábado, refrendando el compromiso del presidente Donald Trump para la seguridad de los niños en Estados Unidos.
“Aplaudimos a los muchos valerosos jóvenes estadounidenses que ejercieron sus derechos bajo la primera enmienda. Mantener a nuestros niños seguros es una alta prioridad del presidente”, señaló la portavoz de la Casa Blanca, Lindsay Walter.
Cientos de miles de personas se movilizaron en más de 800 ciudades del mundo, incluidas algunas de las más importantes de Estados Unidos como Washington, Nueva York y Los Ángeles, para reclamar cambios urgentes en la legislación, a fin de endurecer el acceso a las armas de fuego.
El movimiento estudiantil por el control de armas exige cambios adicionales, incluida la elevación de la edad mínima para comprar rifles de los 18 a los 21 años, y el establecimiento de un sistema universal de revisión de antecedentes criminales.
En la actualidad, la legislación sólo exige la comprobación de antecedentes penales o de salud mental para la compraventa de armas en establecimientos autorizados, pero no para transacciones realizadas en mercados ambulantes o entre particulares.
La Casa Blanca recordó que Trump apoya la iniciativa de ley conocida como Fix NICS, para endurecer la revisión de antecedentes penales, así como la iniciativa de ley para detener la violencia escolar, y que ha urgido al Congreso para que las pruebe y puedan ser promulgadas.
El gobierno destacó asimismo que el Departamento de Justicia emitió una regla para prohibir el uso de mecanismos que permiten convertir un arma automática en una ametralladora.
En Washington, una parte de los manifestantes llegaron al jardín frontal de la Casa Blanca, pero el presidente estadunidense estaba ausente, ya que decidió pasar el fin de semana jugando golf en su residencia de Mar-A-Lago, en Florida, como usualmente lo hace.