El crecimiento de la mancha urbana en la zona arqueológica de Tula provoca su deterioro, ya que las protecciones para su cuidado son constantemente robadas, a tal grado, que también se llevan los muebles de baño que son usados por el personal y turistas.
Héctor Álvarez Santiago, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Hidalgo, mencionó, que la cultura es dinámica; el contexto social, económico y demográfico no es el mismo de hace cien años, donde el 70 por ciento de la población era rural, actualmente las concentraciones urbanas han cambiado, “por ello, hay fuertes amenazas en la zona arqueológica de Tula; la invasión y presión de las colonias es fuerte”.
Roban mallas de protección y cualquiera puede entrar provocando un desgaste mayor en la zona, incluso, dijo, se han presentado casos de robo de muebles de baño.
Álvarez Santiago mencionó, que debe haber una actividad extra de protección para que no sea vandalizado, pero debe ser en corresponsabilidad con los ayuntamientos.
“Aunque la ley establece cual es la competencia del INAH para proteger el patrimonio cultural, la ley como todas las ordenanzas establece una norma, pero no las condicionantes sociales que acompañan o dan realidad a esta ordenanza”.