El picudo de maguey, un insecto de alrededor de 28 milímetros de longitud, es considerado como una de las plagas más dañinas para esta planta; en Zempoala, se estima que un periodo menor a tres meses esta especie puede acabar por completo con magueyes adultos de hasta tres metros de altura, por lo que un grupo de alrededor de cincuenta productores iniciaron una jornada para el exterminio con el uso de bioinsumos.
Baruc Pérez Díaz, titular de Agricultura, una de las tres áreas que conforman la Dirección de Desarrollo Municipal, refirió que derivado de la creación del padrón de productores en coordinación con Ana Lilia Juárez Romero, técnica del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Hidalgo (CESAVEH), arrancaron un nuevo proyecto que busca combatir esta paga y otras enfermedades del maguey en alrededor de 200 hectáreas.
Explicó que este proyecto además busca controlar la presencia de hongos y otras plagas; sin embargo, precisó que el picudo es el insecto más voraz con el maguey pues está documentado que en otras entidades productoras de pulque como Tlaxcala y Puebla, representa hasta el treinta por ciento de las pérdidas de la planta.
“La presencia del picudo afecta directamente la supervivencia de la planta, en cuestión de meses acaba con una planta adulta; estamos hablando de magueyes de hasta tres metros de alto, en el que se invirtieron de diez a doce años de cuidado periodo que también requiere una planta de estas para llegar a su estadio adulto”.
Mencionó que infortunadamente, aunado a esto la presencia de hongos termina por abatir los magueyes, lo cual también, dijo, tiene una repercusión económica en la venta de penca, hijuelos y el desarrollo de las plantaciones.
Detalló que este plan para extinguir las principales plagas de maguey será ejecutado por cincuenta productores de pequeña, mediana y baja escala, lo que representaría más de 200 hectáreas de maguey.
Añadió que el trabajo con el Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Hidalgo, busca evitar otras afectaciones al ambiente, por lo que el control que se dará en estas zonas de cultivo de maguey en Zempoala, es de tipo biológico con la utilización de trampas con feromonas en el caso del picudo y en el tema de hongos va desde biofungicidas o fungicidas químicos dependiendo el grado de infestación y daño.
Finalmente, detalló que, si la presencia de alguna de estas plagas es mínima se lleva a cabo un proceso denominado control cultural, en el que no se aplican productos o biunsumos para su exterminación, sino que, solo se retiran y se deshacen de las plantas dañadas.