Uno de los forrajes con más uso en la ganadería en el Valle del Mezquital es el zacate que es el tallo y las hojas del maíz, los cuales son cortados cuando comienzan a secarse y son acomodados en gavillas o mogotes, en espera de que se sequen.
Posteriormente se deja deshidratar en las milpas, para después deshojar los maíces que se venden o se guardan para el autoconsumo, para poner el nixtamal y preparar las tortillas.
El zacate continúa su proceso de desecación y en los meses de diciembre o enero se recogen, los campesinos los acomodan en montones que se le conocen como arcinas o son recogidos por tractores que los empacan en pacas de treinta kilos cada una.
Este forraje se almacena en las casas o tejados por varios años ya que debido al proceso de secado, puede durar más de dos años, siempre y cuando no se mojen, para ser vendido o consumido por el ganado local: vacas, toros, chivos, borregos.
Cuando la alfalfa o avena se escasean, el zacate aumenta su valor económico, debido a que en la temporada de invierno otros forrajes no crecen de manera copiosa debido al frío y la falta de agua.
El maíz es un producto agrícola que cumple diferentes propósitos, además de ser un alimento esencial en la mesa de los mexicanos, también es la base de la dieta de algunos animales domésticos.
El zacate se combina con otros forrajes como la avena, el trigo o productos como el pan o con algunas vainas de mezquite, para lograr una dieta que beneficia el crecimiento de los animales domésticos.