El hijo de la senadora hidalguense María Merced “N”, Luis “N”, denunciado por lesiones en agravio de su expareja, Daniela “N”, fue vinculado a proceso, deberá firmar periódicamente y no acercarse a la agraviada como parte de las medidas cautelares, resultado de la audiencia inicial de la causa penal 103/2022.
Se abrió el periodo para la investigación complementaria que podría llevarse hasta seis meses, en tanto se desarrolla este proceso, la custodia del hijo de ambos quedó para la madre, por lo cual, de acuerdo con la información recabada, el padre interpuso una demanda por la vía civil para la convivencia con su menor.
Para la investigación complementaria, las partes deberán aportar información probatoria para cuando suceda la audiencia intermedia se exhiban, que sería en un semestre, para entonces el año entrante.
De acuerdo con el desarrollo del caso, la senadora hidalguense quedó excluida por el momento.
La causa penal es la 103/2022 que derivó de la carpeta única del caso 06/2022/0059, en la que Daniela “N” acusó al padre de su hijo por lesiones, existe otra relacionada al mismo hecho interpuesta por el padre de la agraviada y una más de Luis “N” contra su expareja.
De acuerdo con lo que la propia madre de familia narró para este diario el pasado ocho de agosto, la noche anterior habrían llegado a su domicilio en Maney, Huichapan, donde vivió en unión libre seis años con el hijo de la senadora y del que nació un niño, cuando aproximadamente a las 22 horas llegaron el padre del infante y la que fuera su suegra.
Al salir la joven mamá se le fueron encima los dos inculpados y la empezaron a agredir, intentaron quitarle a su hijo, quien logró entrar a la casa.
La hermana de Daniela, Mayra “N” llegó minutos después y al ver que su familiar era violentada, trató de grabar con su teléfono móvil pero se lo destruyeron y también fue agredida.
Tiempo después, el padre de las dos mujeres, quien ya estaba dormido con los gritos despertó y salió a intentar defender a sus hijas, pero le pegaron en la cara y cayó al suelo donde se golpeó la cabeza con una piedra y empezó a sangrar.
Llegó la policía municipal por una llamada hecha al 911, pero no detuvieron a los que Daniela señalaba como los agresores; increpó a los oficiales, le tomaron sus datos y una breve narrativa de la agresión.