Para la psicóloga por la UAEH, Dayanira Franco Palomino, parece irremediable que los papás están formando adultos que padecerán los efectos de trastornos emocionales, como estrés y ansiedad crónicas al pasar demasiadas horas en su infancia jugando videojuegos, además que en esta etapa de la vida enfrentarían casos de violencia sexual, secuestro, amenazas y hasta la difusión de fotos intímas.
Así lo consideró la integrante de Psicólogos de Hidalgo AC, ya que hace aproximadamente 10 años con el internet y que la niñez empezó a incursionar en los juegos por consolas y en línea, quedaron expuestos a diferentes escenarios de riesgo, que hoy se conocen como retos a través de Tiktok o Facebook, que ponen en peligro su vida.
“No se controlan los impulsos, se cierra la brecha entre el bien y el mal; al perder hay una frustración y no se canaliza; provocan estrés y ansiedad crónicas, que aumentaron con la pandemia del Covid-19”, argumento.
Hoy los padres de familia se les hace fácil que jueguen desde un dispositivo electrónico, lo que no dimensionan, porque lo desconocen, es el daño que les están causando, primero a su salud mental y luego a la fisiológica.
“Causan insomnio y baja tolerancia a la frustración”, continuó enlistando.
Sugirió que los juegos de mesa “donde hay reglas y se ejercita al cerebro”, hay juegos en línea del tipo educativos con preguntas de acuerdo a la edad, hay competencia y un proceso de aprendizaje.
“En estos juegos es saber qué tanto sabes y reforzar los conocimientos, en cambio los videojuegos están diseñados para ser atractivos y adictivos que se complementan con aditamentos (volantes, controles, tapetes, entre otros)”, con resultados en quien los practica por horas durante varios años, con dificultad para socializar, introvertida, aislado y no genera vínculos sociales.
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Recomendó los juegos de arte, música, cultura, del tipo físico-mental.
“Actualmente no sabemos qué problemas acarrearemos a futuro con esos infantes que un día serán adultos”, que habrán crecido con una mala alimentación y sedentarismo, depresión y bipolaridad, trastornos del estado de ánimo.
Ella atiende en su consultorio algunos casos de esos en menores de edad con afectaciones consecuencia de jugar por internet y consolas.