Hablar de Hidalgo es saber que tiene una de las regiones más pluriculturales y turísticas del país, El Valle del Mézquital, esta compuesta por 28 municipios, cada uno con sus peculiaridades, pero todos con una fuerte herencia otomí que se refleja en todos los aspectos de su vida.
El Mezquital toma el nombre del árbol de mezquite muy abundante en la región, pero entremos de lleno al tema turístico, sobre todo religioso, de parques acuáticos y de senderismo, Esta zona es muy prolífica en cuanto a aguas termales y hay suficientes balnearios para encontrar uno que “nos llene el ojo”.
Sus múltiples comunidades y fiestas patronales también son muy reconocidas como las del Señor de Jalpan, en esta en particular es muy reconocido porque le colocan una especie de banda presidencial para honrarlo.
El Valle del Mezquital se encuentra delimitado por la Sierra Gorda y la Sierra Baja en el norte y el Valle de México en el sur y en algunos municipios, como Nicolás Flores y Cardonal, la población indígena supera el 90 % del total, esto genera una suma de tradiciones interesantes.
Pero si de alimentos hablamos, la gastronomía otomí tiene una alta presencia de insectos, incluyendo escamoles, gusanos de maguey, jumiles, chapulines y los xamues, unos escarabajos que se alimentan del providencial árbol del mezquite.
Santiago de Anaya es referente internacional en cuanto a comida tradicional y su muestra anual es imperdible, se realiza en generalmente 6 y 7 de abril y en ella cientos de participantes concursan para ganar con platillos exóticos tan diversos como deliciosos.
El Valle tiene posibilidades distintas de disfrutarlo y depende el municipio en específico que quieras visitar, pero generalmente están muy cerca de Pachuca y la Ciudad de México.