Debido a que la pandemia provocada por el Covid-19 incrementó en el estado y el país el número de casos de cáncer de cuello uterino, la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) que se aplica durante la adolescencia temprana es una herramienta para la prevención, informó Jorge Tirado Chávez, coordinador de Encuentros Médicos Quirúrgicos de Ginecología Oncológica del IMSS.
“Se ha visto un incremento de cáncer de cuello de la matriz a nivel mundial y una de las causas principales es el Covid-19, porque durante dos años y medio, el mundo ha dedicado sus recursos a pelearse contra una pandemia. No es que se estén dejando de atender otras necesidades, hasta los mismos recursos en salud se agotan y no hay quien vea a la gente”, argumentó.
La situación pandémica, compartió que la ha aprovechado la enfermedad para que sea más constante y la otra, es por la competencia inmunológica, “si alguien le da Covid-19, su organismo se dedica a pelear contra el virus, y por así decirlo, desatiende un poco algunos otros frentes que debería de tomar y puede progresar la enfermedad”.
Destacó que el cáncer más común en el cuello de la matriz es el adenocarcinoma del cérvix, que es consecuencia del Virus del Papiloma Humano (VPH), el cual es prevenible mediante la vacunación.
“La vacuna del Virus del Papiloma Humano previene la infección por el virus del papiloma humano, no es una vacuna que prevenga el cáncer, y el objetivo es que se tenga una herramienta más para la prevención. El hecho de tener la vacuna ayuda para la prevención, pero no es la única herramienta para prevenir el cáncer de cuello de la matriz”, destacó.
Algunos de los factores de riesgo para el cáncer de cuello uterino, atribuyó que es la infección por el virus del papiloma humano, le edad a la cual las mujeres comienzan a tener relaciones, el embarazo a temprana edad, la natalidad tardía, el tabaquismo, así como el uso prolongado de anticonceptivos.
Precisó que la presencia de casos de cáncer cervicouterino depende mucho del área geográfica, “zonas muy alejadas y muy remotas a veces pueden tener una mayor incidencia por la dificultad física y técnica de poder llegar a los servicios de salud. Lo que nos hemos dado cuenta que entre más está cerca de una ciudad la incidencia disminuye un poco”.
Finalmente, dijo que la prevención es lo que marca la diferencia, ya que no es lo mismo tratar a una paciente con una enfermedad inicial que tratarla con una enfermedad avanzada, “la prevención es encontrar las lesiones en el momento más temprano”.