La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) entregó un reconocimiento a Servando Conde Gómez, miembro fundador de la empresa Santa Clara, organización hidalguense que se ha extendido a nivel internacional y que alcanzó ya sus 100 años de vida.
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Durante este acto protocolario con sede en el Centro Cultural la Garza, el rector de la máxima casa de estudios, Octavio Castillo Acosta hizo distinción del legado empresarial y familiar que además de ser un símbolo de tradición y de esfuerzo inquebrantable, ha contribuido en el sector productivo y en la aportación en el desarrollo del estado de Hidalgo.
“Nos corresponde a nosotros dar este reconocimiento porque somos parte de la sociedad y creemos justamente en una sociedad basada en el esfuerzo y el trabajo, la familia Conde es el claro ejemplo que como la iniciativa privada puede contribuir a buenas cosas; además, nosotros creemos que las empresas y las universidades, pueden y deben construir puentes”, agregó el rector.
Antes de concluir su mensaje, señaló que cien años de historia hablan de una perseverancia que se ha forjado en un contexto cambiante y desafiante, sin perder la esencia que los ha distinguido, además de los valores, como el respeto y la empatía hacia los demás.
Frente a sus familiares, diversas autoridades y la comunidad estudiantil, don Servando Conde Gómez emitió su discurso dicharachero pero contundente, en el cual, dijo, se sentía abrumado por recibir algo inmerecido, pues son sus padres los verdaderos acreedores del mérito de iniciar el negocio en condiciones críticas, deplorables e impredecibles. “El punto de hoy debe ser el legado que hicieron mis padres como muchos mexicanos que se arriesgaron a emprender”, agregó.
Luego de dedicar el reconocimiento a su esposa e hijos, quienes además expresaron motivadoras palabras en un video, don Servando recordó que era un puberto de apenas 15 años, con más preguntas que conocimiento y una flojera inmensa, cuando tuvo que tomar las riendas de una empresa que hoy es todo un legado.
“Las jornadas empezaban a las 4:30 horas y acababan a las 7:30, los 365 días del año, pero no todo era trabajo, también disfruté con los vagos de mi barrio jugando beisbol o cazando y bebiendo agua de limón”, dijo mientras recordó que alguna vez alguien le sugirió: “no te juntes con gente tonta, eso se pega”, “quien trabaja mucho, tiene más suerte”.
El señor Servando Conde tiene 86 años, es originario de Pachuca, Hidalgo y es fundador de varias empresas de giros automotrices e inmobiliarios, adicionales a la galardonada ayer por la UEAH.