Sucedieron 60 nacimientos de venado, búfalo, mono araña, hipopótamo y jaguar, en el zoológico Tuzoofari, durante la etapa más fuerte del aislamiento social por el Covid-19.
Cuenta con más de mil animales de unas 110 especies, en una superficie de entre 80 y 90 hectáreas, y actualmente opera al 30 por ciento de su capacidad, con buena respuesta de la gente, después de tres meses de permanecer cerrado.
Cuando el semáforo epidemiológico este en verde, reabrirán al 100 por ciento, señala su propietario, Santos Islas Morales, a 11 años de que inició esta aventura, en el municipio de Epazoyucan, a 25 minutos de Pachuca.
“No existe intención de vender el zoológico ni de cerrarlo, porque está más vivo que nunca y sus ingresos permiten casi subsidiarse, más las aportaciones voluntarias. Es invaluable su precio, porque tenemos especies únicas”, sostiene.
A bordo de un vehículo todo terreno, durante un recorrido, muestra que los animales no están flacos ni descuidados. “Se acercan a la gente para que les den fruta o zanahoria, como premio, como postre, no porque tengan hambre. Míralos. Los leones se tragan entre 10 o 12 pollos, sin tripas ni plumas, porque se enferman”.
Después de señalar que el Grupo Pachuca tuvo dos años a su cuidado el Tuzoofari, pero se los recogieron porque no funcionó el acuerdo, dice que en la etapa crítica y cuando más se requirió apoyo, ninguna institución pública se los brindó.
“Estamos agradecidos con particulares que nos hacen donaciones, muchos sin conocernos, como unos gringos que nos giraron mil dólares, o de las centrales de abastos de Tulancingo y Pachuca”, manifiesta el empresario “de 70 años y pico”, acompañado de su hija María Isabel y el médico veterinario Miguel Peña Rivera.