El 80 por ciento de los tulipanes holandeses que se comercian en las florerías de Pachuca son cultivados en Capula, municipio de Mineral de la Reforma, de una producción anual de 650 mil piezas multicolores, que en su mayoría son vendidas en la central de abastos de Iztapalapa, Ciudad de México.

El tulipán es difícil que florezca fuera de Holanda o Países Bajos, empero, el clima invernal de Capula, además de la tecnología que se le aplica, permite su producción en esa parte del estado de Hidalgo.

Señala lo anterior Adrián Pérez Herrera, productor desde hace 34 años de flores como tulipanes y rosas, quien inició con 10 mil unidades y ahora alcanza la cifra de 650 mil, en un espacio de entre mil 500 y dos mil 500 metros cuadrados.

“Es un negocio que te permite mantenerte, pero tiene mucha responsabilidad”, dice el integrante de la Asociación de Floricultores del estado de Hidalgo, la cual está integrada a la Central de Abasto de la Ciudad de México.

Recuerda Adrián Pérez, de visita en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Hidalgo (Sedagroh), que inició su negocio por cuenta propia, en 1999, con 35 mil pesos de financiamiento del programa Alianza para el Campo. Después, el apoyo del entonces gobernador, le permitió obtener un crédito de la Secretaría de Finanzas por 350 mil pesos, a pagar en 3 años.