Del treinta al cuarenta por ciento ha bajado la gente que viene a comprar un billete de lotería nacional al módulo instalado en el centro de esta ciudad por la economía y ya no hay muchas personas que adquieran series completas y las que todavía tienen esta costumbre tienen la ilusión y esperanza de volverse ricos de la noche a la mañana.
Así lo expresó, ayer, el dueño de un establecimiento Aldo Gutiérrez Arteaga, quien agregó que tanto mujeres como hombres de todas las edades adquieren por lo menos un “cachito” pues confían pegarle al “gordo”.
Mencionó que cada billete de lotería se cotiza desde veinte a sesenta pesos según la fecha en que participe en un sorteo.
“En la actualidad todavía vienen personas aquí a comprar un billete de lotería con la añoranza de ganar dinero, solo que ahora es menor el número que años antes” indicó el entrevistado.
Aseguró que los compradores no solo son nativos de Tula de Allende, sino de municipios de toda la región.
Mientras que una mujer que dijo llamarse Guadalupe refirió ayer que desde hace cuarenta y cinco años compra un billete de la lotería nacional con mucha fe, ilusión y costumbre.
“Gracias a Dios me ha tocado la suerte de ganar algún premio económico y esta costumbre la traigo por medio de mi esposo Antonio que ya falleció” precisó la mujer.
Así como ella, las personas acuden al stand a adquirir sus respectivos billetes de lotería a fin de poder lograr obtener un premio económico o al menos un reintegro.