Alan Poulsen Belmot, vicepresidente de la Comisión de Energía de Canaco señaló que topar el precio del gas no es la solución para contener el encarecimiento de este energético debido a que generaría distorsiones graves en el mercado con efectos negativos para los consumidores.
Entre estos, el también empresario del sector gasero enumeró la reducción de la cobertura de distribución, así como el aumento de la participación de gas de procedencia ilícita. Otro impacto negativo es que generaría desinversión en todos los eslabones de la cadena de suministro provocando desabasto en ciertos mercados regionales.
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Además, acorde a la postura fijada por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas), esta medida también afectaría negativamente la seguridad de las operaciones.
Lo anterior debido a que al tener menores márgenes de utilidad, las empresas quedan limitadas para invertir en el mantenimiento de equipos, unidades y tanques, lo cual, recordó, ya ocurrió hace algunos años.
“En tiempos anteriores ya tuvimos el precio regulado y eso incluso propiciaba un mayor robo, debido a que los distribuidores argumentaban que tenía un bajo margen de utilidad”, explicó.
Poulsen Belmot señaló lo anterior luego de que se diera a conocer que el Gobierno federal, por medio de la Secretaría de Energía (Sener), solicitará a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) fijar un precio máximo al gas en un plazo no mayor a tres días.