En la comunidad de Taxhuadá, municipio de Mixquiahuala, se ubica una pirámide azteca-otomí con evidencias de que en ella se llevó a cabo la ceremonia del Fuego Nuevo o “atado de los años”, fue explorada en Mixquiahuala, en el barrio de Taxhuadá.
Fue descubierta cuando vecinos del lugar empezaron a demoler un montículo para utilizar la piedra como material de construcción para la nueva barda del cementerio, en cuyo perímetro se encuentra el monumento.
Las autoridades municipales informaron del hallazgo al arqueólogo Jorge R. Acosta del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quien en ese entonces se encontraba dirigiendo los trabajos de la VI Temporada de Exploraciones en la zona arqueológica de Tula, en 1946.
Para llegar a esta zona arqueológica se puede tomar el autobús desde la central de Camiones de Pachuca, y dirigirse hacia el municipio de Mixquiahuala, donde se tienen que ir en combis hacia la comunidad de Taxhuada.
Si se tiene vehículo, se tiene que tomar la misma dirección desde Pachuca, para después dirigirse a Actopan, y finalmente llegar a Mixquiahuala y dirigirse hacia las Pirámides, ubicadas en Taxhuada.
La pirámide consiste en su mayoría de pequeñas plataformas, que en su parte más alta apenas y alcanzan una altura de 2.00 metros, sobre el piso natural, hechas con piedra volcánica.
Según los pobladores este monumento no ha recibido nunca trabajos de mantenimiento y ha sido prácticamente abandonado por las autoridades correspondientes.
La pirámide es llamada Donijá por los vecinos de Mixquiahuala, vocablo que en otomí quiere decir “iglesia vieja”. Tiene su fachada hacia el poniente con una ligera desviación de 6 grados hacia el noreste. Es de planta rectangular y mide 22.67 m de oriente a poniente por 14.20 m de norte a sur; los muros mejor conservados llegan a medir más de 4 m de altura.