Surgen las inconformidades en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca, pues familiares de las personas privadas de su libertad, señalan que les pretenden cobrar cuotas por pasar más tiempo en la visita conyugal.
De acuerdo con los entrevistados, el director del penal pretende reducir los tiempos de calidad con las parejas y si se quiere tener más tiempo, se tendría que pagar un monto diverso que va desde los 500 pesos, además de que cobrarían también por la renta de locales.
Se sabe que en próximos días habrá modificaciones para las visitas con horarios diversos que empiezan a las 9 de la mañana y terminan a las 6 de la tarde, y que serán toda la semana y no un día específico.
No obstante, la inconformidad, según refieren las familias es la de cobrar por derechos que tienen las personas privadas de su libertad, aunado a ello señalan varios actos de presunta extorsión que sirven para que se tengan mayores privilegios.
Los quejosos han pedido incluso la intervención del gobernador del estado para que se pueda hacer una revisión y se detecten los posibles actos de extorsión de los que semana tras semana son objeto las personas. Algunos piden la remoción del director de este penal capitalino.
No todos están en desacuerdo, pues algunas personas consideran bien tener un control en las visitas para evitar también que ingresen personas ajenas a las familias, aunque todo sigue siendo al momento una duda hasta los próximos días que vean cómo funcionarán las cosas.
Apenas el pasado 1 de diciembre la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo implementó acciones en el penal de Pachuca llevando a cabo un cateo, en el cual, decomisaron objetos ilegales como celulares, algunas drogas y utensilios utilizados como armas blancas.
Una semana antes, se informó sobre el traslado de 46 personas privadas de su libertad a diferentes Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos), ubicados en los estados de Nayarit, Coahuila, Oaxaca y Chiapas. Entre estos sujetos había varios que estaban recluidos en Pachuca, y que supuestamente se dedicaban a los cobros de piso al interior.
El resto de los internos trasladados estaban recluidos en los Ceresos estatales de Actopan, Apan, Mixquiahuala, Jaltocán y Tula; los llevaron al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y de ahí en un un vuelo a repartirlos.