Esta semana es activa en los céntricos mercados de la capital hidalguense debido a la adquisición de alimentos, flores y otros productos, ya que son elementos indispensables para la construcción del altar para honrar a los difuntos en este Día de Muertos, incrementándose las ventas hasta 60%.
Amelia González, vendedora de las tradicionales calaveritas de dulce, mencionó que sus principales clientes son las madres de familia con hijos en preescolar, primaria o secundaria, quienes adquieren el dulce para los altares escolares.
Dijo, respecto a las clásicas calaveritas en especial de azúcar, aumentaron de precio, debido a los altos costos del dulce.
Una calaverita pequeña está en siete pesos, cuando hace un año se encontraba entre cuatro y cinco pesos, la grande en 25, antes en 20.
Monjes de azúcar entre 10 y 12 pesos; las de chocolate entre 25 y 45; las elaboradas con amaranto en 14.
Mientras la pieza de papel picado para adornar el altar se encuentra entre ocho y 10 pesos, según el tamaño, veladoras en 11 y 12.
En el caso de la flor de cempasúchil o flor de los muertos en mercados, el manojo antes de los principales días de celebración se vende en 15 y 20 pesos, el uno y dos de noviembre, se mantiene el costo, pero disminuye conforme avanza el tiempo. Así como la flor de terciopelo, que también es representativa de estas fechas.