/ viernes 21 de junio de 2019

Sobrevivencia de mercados, en un riesgo constante

-La recesión económica interna está afectando a los micro y pequeños comerciantes

Mientras que para unos, la existencia de los mercados tradicionales de Pachuca “es una necesidad”, para otros, su sobrevivencia está en riesgo, ante una recesión económica interna que avanza a pasos agigantados, desapareciendo a los micro y pequeños comerciantes.

Situación que, reconocen secretarios generales de los centros de abasto, los mantiene expectantes sobre lo que pueda suceder a mediano plazo, en unos 15 ó 20 años.

Por eso hablar de los mercados Primero de Mayo, Nuevo Benito Juárez, Barreteros, Morelos, Revolución, La Surtidora y hasta Aquiles Serdán, dicen, es hablar de la historia de Pachuca.

“Es recordar los años veintes, o treintas, cuando los primeros fueron fundados. Porque hablar de Pachuca sin reconocer la importancia de sus mercados, es como no hablar de la capital”, opinan.

Pero también es reconocer que hoy, varios de ellos, padecen graves problemas no sólo al interior, sino también al exterior, lo que ha ocasionado que se queden casi solos, o bien, sean cada vez menos los locales que están abiertos.

Pronunciamientos, opiniones y hasta posturas de quienes son y han sido sus principales protagonistas, ilustran esta realidad.

Domingo Ortega, secretario general del mercado Primero de Mayo, reconoce que solamente 165 locales están abiertos al público, y un promedio de 35, los que están en la parte alta, están cerrados.

No hay crisis, dice, solamente altibajos, que son normales.

Reconoce como su principal competencia a la Central de Abasto, la cual, señala, se ha convertido en un tianguis más por los bajos precios que ofrece.

Para los locatarios del centro de abasto, dice, el único problema que persiste, es la falta de estacionamiento.

“Hoy, con los parquímetros, la situación se ha vuelto más complicada; ojalá los quiten”, expresa.

Francisco Rodríguez Pérez, secretario general del Nuevo Mercado Benito Juárez, también habla sobre la situación actual en que se encuentran los centros de abasto tradicionales.

Reconoce como un asunto “grave” el hecho de que los mercados pierdan presencia ante la sociedad pachuqueña.

No solo tiene que ver, dice, con la aparición de las grandes tiendas departamentales, sino también con las cadenas llamadas “de conveniencia”.

La falta de liquidez en las familias, afirma, es el grave problema al que se enfrentan.

“Mientras que en las grandes tiendas pueden pagar a meses sin intereses, en los mercados se tiene que hacer al momento, porque ni siquiera cuentan con terminales bancarias.

Reconoce que no es el mejor momento por el que están pasando los mercados.

Pone como ejemplo el Nuevo Benito Juárez, donde , de 360 locales, sólo se encuentran abiertos al público 300.

“Sesenta, los de la parte baja, del sótano, que tuvieron que cerrar en los últimos años, porque simplemente no vendían”, detalla.

Señala que si bien cuentan con estacionamiento, la gente lo que no trae es dinero para comprar, porque se ajusta a su baja economía.

Abdón Zuñiga Gómez, dirigente de la Unión de Mercados de Pachuca y ex secretario general del mercado Revolución, opina también al respecto.

Acusa directamente al líder de la Central de Abasto de Pachuca, Francisco Rodríguez, de ser el causante de la baja que han registrado los centros de abasto de la capital.

Si la Central de Abasto no funcionara como plazuela, rematando la mercancía, afirma, los mercados no registraran las bajas ventas que actualmente existen.

“Funciona prácticamente como una plazuela, porque venden por kilos cuando deben de comercializar por bultos, por eso la gente deja de ir a los mercados”, asegura.

En el caso del mercado Revolución, del que fue secretario, informó que cuenta con aproximadamente 140 espacios, entre locales y planchas.

De estos, solamente unos diez están desocupados.

Sobre los señalamientos hechos en contra de la Central de Abasto de Pachuca, Francisco Rodríguez responde que siguen siendo un lugar seguro, que ofrece los mejores precios y productos, a precios justos.

Lo que sabe la gente, dice, es que aquí se vende de primera, de segunda y tercera.

“Obvio, la mercancía que está por reventar, se vende más barata, porque está buena”, indica.

Niega que sea una competencia desleal, porque finalmente, sostiene, le permite a miles de familias solventar sus necesidades alimenticias a bajo costo.

Mientras que para unos, la existencia de los mercados tradicionales de Pachuca “es una necesidad”, para otros, su sobrevivencia está en riesgo, ante una recesión económica interna que avanza a pasos agigantados, desapareciendo a los micro y pequeños comerciantes.

Situación que, reconocen secretarios generales de los centros de abasto, los mantiene expectantes sobre lo que pueda suceder a mediano plazo, en unos 15 ó 20 años.

Por eso hablar de los mercados Primero de Mayo, Nuevo Benito Juárez, Barreteros, Morelos, Revolución, La Surtidora y hasta Aquiles Serdán, dicen, es hablar de la historia de Pachuca.

“Es recordar los años veintes, o treintas, cuando los primeros fueron fundados. Porque hablar de Pachuca sin reconocer la importancia de sus mercados, es como no hablar de la capital”, opinan.

Pero también es reconocer que hoy, varios de ellos, padecen graves problemas no sólo al interior, sino también al exterior, lo que ha ocasionado que se queden casi solos, o bien, sean cada vez menos los locales que están abiertos.

Pronunciamientos, opiniones y hasta posturas de quienes son y han sido sus principales protagonistas, ilustran esta realidad.

Domingo Ortega, secretario general del mercado Primero de Mayo, reconoce que solamente 165 locales están abiertos al público, y un promedio de 35, los que están en la parte alta, están cerrados.

No hay crisis, dice, solamente altibajos, que son normales.

Reconoce como su principal competencia a la Central de Abasto, la cual, señala, se ha convertido en un tianguis más por los bajos precios que ofrece.

Para los locatarios del centro de abasto, dice, el único problema que persiste, es la falta de estacionamiento.

“Hoy, con los parquímetros, la situación se ha vuelto más complicada; ojalá los quiten”, expresa.

Francisco Rodríguez Pérez, secretario general del Nuevo Mercado Benito Juárez, también habla sobre la situación actual en que se encuentran los centros de abasto tradicionales.

Reconoce como un asunto “grave” el hecho de que los mercados pierdan presencia ante la sociedad pachuqueña.

No solo tiene que ver, dice, con la aparición de las grandes tiendas departamentales, sino también con las cadenas llamadas “de conveniencia”.

La falta de liquidez en las familias, afirma, es el grave problema al que se enfrentan.

“Mientras que en las grandes tiendas pueden pagar a meses sin intereses, en los mercados se tiene que hacer al momento, porque ni siquiera cuentan con terminales bancarias.

Reconoce que no es el mejor momento por el que están pasando los mercados.

Pone como ejemplo el Nuevo Benito Juárez, donde , de 360 locales, sólo se encuentran abiertos al público 300.

“Sesenta, los de la parte baja, del sótano, que tuvieron que cerrar en los últimos años, porque simplemente no vendían”, detalla.

Señala que si bien cuentan con estacionamiento, la gente lo que no trae es dinero para comprar, porque se ajusta a su baja economía.

Abdón Zuñiga Gómez, dirigente de la Unión de Mercados de Pachuca y ex secretario general del mercado Revolución, opina también al respecto.

Acusa directamente al líder de la Central de Abasto de Pachuca, Francisco Rodríguez, de ser el causante de la baja que han registrado los centros de abasto de la capital.

Si la Central de Abasto no funcionara como plazuela, rematando la mercancía, afirma, los mercados no registraran las bajas ventas que actualmente existen.

“Funciona prácticamente como una plazuela, porque venden por kilos cuando deben de comercializar por bultos, por eso la gente deja de ir a los mercados”, asegura.

En el caso del mercado Revolución, del que fue secretario, informó que cuenta con aproximadamente 140 espacios, entre locales y planchas.

De estos, solamente unos diez están desocupados.

Sobre los señalamientos hechos en contra de la Central de Abasto de Pachuca, Francisco Rodríguez responde que siguen siendo un lugar seguro, que ofrece los mejores precios y productos, a precios justos.

Lo que sabe la gente, dice, es que aquí se vende de primera, de segunda y tercera.

“Obvio, la mercancía que está por reventar, se vende más barata, porque está buena”, indica.

Niega que sea una competencia desleal, porque finalmente, sostiene, le permite a miles de familias solventar sus necesidades alimenticias a bajo costo.

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