Las mil 300 hectáreas cultivables en el municipio están secas, se “perdió todo”, ni para autoconsumo de los agricultores, se requiere regresar a las prácticas ancestrales para captar y aprovechar el agua de lluvia y por lo pronto sembrar nopales y magueyes, informó el encargado del área de Desarrollo Agropecuario del gobierno local, Eulogio Rodríguez Mendoza.
“Seco total, perdida por falta de agua. Impactó drásticamente para los productores en su ingreso anual, ni para autoconsumo” en las aproximadamente 600 hectáreas de ejido y el resto de pequeña propiedad, para un total de mil 300, indicó.
Maíz, frijol, cebada y avena para forraje no se cosecharán en los cultivos de temporal, a pesar de que unas 300 hectáreas se benefician del Río de las Avenidas, pero sin lluvia tampoco les llegó el líquido para desarrollar lo sembrado, comentó.
Se requiere aplicar nuevas políticas públicas que involucren y abarquen transversalmente a varias áreas como la de Ecología; retomar las prácticas del pasado cuando había bordos, zanjas y corrientes de agua que abastecían a los jagüeyes, “que se fueron tapando (con el tiempo) para tener más campo que cultivar”, hoy los suelos están erosionados y no se les “alimenta”.
Otros embalses se les dieron mantenimiento y los tronaron, ya no almacenan agua por largo tiempo, señaló, hay que rehabilitarlos, son 15 los que hay.
Solicitar a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Hidalgo maquinaria para recuperar las zanjas y sirvan de “regaderas”, como se les conoce, agregó.
Por los efectos de la falta de lluvia el campo ya no es rentable ni atractivo, se le ha abandonado, cuando para mantener su humedad hay que regresar a la siembra de magueyes y nopales, reforestar y no con árboles que necesitan “mucha agua”, cuando un maguey aporta más oxígeno que tres árboles juntos y su producción de carbono ayuda más al suelo.