Para la disponibilidad del agua que requiere el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), es necesario que se legisle sobre la obligatoriedad de realizar obras de “mitigación e infiltración” para que se ordene un manejo integral del agua pluvial y se separe del drenaje, tanto para la obra pública como privada y de esa manera hacer un aprovechamiento del vital líquido de forma sustentable.
Eso lo aseguró el integrante de la Delegación Hidalgo de la Asociación Mexicana de Hidráulica AC y expresidente del Colegio de Ingenieros Civiles del estado, Rubén Pérez Ángeles, quien informó que el proyecto aeroportuario es abastecerse del acuífero Valle del Mezquital-Estado de México, extrayéndola de la parte del Estado de México, se denomina “exportación de agua”.
“El acuífero Valle del Mezquital-Estado de México tiene agua suficiente y no como el acueducto Cuautitlán-Pachuca. El del Valle del Mezquital tiene una disponibilidad de 30.86 millones de metros cúbicos al año, según el informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del 2018. Hay agua suficiente”, informó.
Así es como se pretende resolver el tema del vital líquido para el AIFA, indicó.
Actualmente no hay una legislación para que los desarrollos inmobiliarios, los desarrollos urbanos, la industria y en general la obra tanto pública como privada aprovechen el agua pluvial y se mezcla con el drenaje sanitario, por eso hay inundaciones, señaló.
De forma coloquial, dijo que “sacamos más agua de la que regresamos al subsuelo”, y remediar ese déficit antes que se vuelva grave, aunque estamos “a punto de sonar la alarma”, de ahí la importancia de actuar lo más pronto posible.
Ya que, como ilustró la zona de los dos acuíferos, “hagamos de cuenta que son una cubeta con agua y la dejamos a la intemperie; el líquido de arriba es más cristalina que la de abajo que tiene sedimentos”, entonces si no se hacen acciones de mitigación, cada vez vamos a extraer agua a mayor profundidad como sucede en Sonora y Sinaloa, que se extrae a 500 o 600 metros de profundidad.
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Algo que ya empieza a ocurrir en el acuífero Cuautitlán-Pachuca, que es de aproximadamente 250 a 300 metros, porque ya está en una fase de déficit, conforme al informe de la Conagua.