Hay una molestia social creciente contra la Comisión de agua y alcantarillado de servicios intermunicipales (Caasim) entre los habitantes de los fraccionamientos del sur, Zempoala, Pachuca y Mineral de la Reforma, porque el vital líquido no tiene la fuerza para llenar tinacos en niveles altos de las viviendas y el “chorrito” que llega tampoco lo es para los de planta baja, señaló la representante del Comité Fraccionamientos del Sur, Ana Karen Olivas, responsable del área de movilidad en la asociación.
Ella es al mismo tiempo la representante de los vecinos de Santa Matilde (Zempoala), conformada por más de 100 privadas alrededor de cinco mil casas, quien dijo que “llega sin presión, sucia y de color verdoso” el vital líquido, que los funcionarios de la Caasim se justifican que están cambiando de pozos, desde el sábado no hay abasto.
Hace tres a cuatro años les dotaban un día sí y al otro no, recordó, pero desde este 2024 pasaron al tandeo, pero es complicado para las personas de la tercera edad porque no pueden realizar maniobras como subir con cubetas el agua a sus tinacos de las azoteas.
Tampoco hay la economía suficiente en todas las familias para comprar otro tinaco y tenerlo a nivel de calle y así captar el agua que surten las pipas de Caasim, menos para construir una cisterna y colocar el sistema de bombeo, añadió.
En el fraccionamiento Los Tuzos (Mineral de la Reforma), llevan un mes sin servicio; en todas las secciones de Toledo (Pachuca), tampoco es regular la distribución, lo mismo que en Paseos de la Plata, en San Antonio El Desmonte, añadió.
Además se requiere todo un proceso administrativo y presencial para que Caasim aplique los ajustes a los usuarios que reclaman un cobro puntual al mes cuando no cayó agua con regularidad.