En centros penitenciarios de la entidad hay 335 indígenas privados de su libertad por la presunta comisión de delitos, de los que ya fueron sentenciados 249, mientras que 86 aún están bajo proceso judicial, cita la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH).
Estas personas originarias de grupos étnicos como nahuas, otomíes y tepehuas, representan el 7.56 por ciento del total de la población penitenciaria en el estado de Hidalgo, que es de 4 mil 431.
De acuerdo con la dependencia estatal, es el Centro de Reinserción Social de la Huasteca el que más indígenas internos tras las rejas tiene, se contabilizan 112, le sigue el de Tenango de Doria con 60, el Pachuca Varonil con 51, y luego sigue el Cereso de Ixmiquilpan con 47 presos.
Entre los principales delitos por los que se encuentran en cárceles destacan: asalto, homicidio y violación.
Están recluidos además en los penales de Tulancingo, 24; Actopan, 15; Molango, 12; Tula, 6; Pachuca Femenil, 4. Además, en el Centro de Internamiento para Adolescentes de Pachuca, (CIPA), tres, en tanto que, en Jacala, uno.
Mientras que en Apan, Huichapan y Mixquiahuala no se censan internos indígenas.