A pesar de la tragedia que marcó al pueblo de Tlahuelilpan, en esa alcaldía del estado de Hidalgo continúa registrándose el robo de combustible de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que atraviesan el municipio. Por dicha demarcación pasa la línea que une al de Tuxpan, Veracruz, con el complejo de la petrolera de Tula, Hidalgo.
De acuerdo con información obtenida en Pemex Logística, las estadísticas oficiales de Petróleos Mexicanos, indican que en 2019 se detectaron 187 tomas clandestinas en el citado municipio y en el 2020 la cifra disminuyó considerablemente a sólo 90.
Es por ello que Tlahuelilpan descendió del séptimo sitio al 16 en cuanto a las perforaciones ilegales que son detectadas por las autoridades municipales, estatales o de la propia paraestatal.
Aunque hubo una marcada reducción en el escamoteo del hidrocarburo de un año a otro, según se muestra en los datos oficiales, esa región del estado sigue siendo uno de los puntos donde se registra de manera importante este delito federal.
Cuando la empresa productiva subsidiaria Pemex Logística detecta las tomas, realiza la restitución de las condiciones de transporte del sistema afectado a través del mantenimiento correctivo.
En cuanto al combustible hurtado y que es recuperado por las diferentes corporaciones policiacas, se pone a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), por lo que es trasladado a las Terminales de Almacenamiento y Despacho (TAD), de las cuales en Hidalgo hay dos, una en Pachuca y otra en Tula.
Posteriormente son enviados al Centro Procesador de San Martín Texmelucan, en el Estado de Puebla, para ser reprocesados y posteriormente se envían a las terminales para su comercialización por parte de Pemex Transformación Industrial.
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