A unas horas de que termine el 2022, habitantes de la capital hidalguense alistan los materiales para llevar a cabo distintos rituales con los que buscan tener abundancia, prosperidad, salud, dinero, amor y hasta viajes.
Tal es el caso de Mariela, quien refirió que en su casa abren las ventanas antes de media noche para que los habitantes tengan una renovación en todos los sentidos de su vida: “Es para que las malas energías fluyan y se vayan con el aire”, dijo.
De igual modo, externó que este año pretende meterse debajo de la mesa para encontrar el amor: “He visto que según con eso encuentras a la pareja ideal, entonces hoy aunque se burle mi familia lo voy a hacer”, expresó entre risas.
Por su parte, Verónica Ortega, quien mencionó que su familia acostumbra comer un tazón de lentejas como aperitivo antes de la cena de Año Nuevo: “Mi abuela lo hacía y mi madre nos lo enseñó es para que no nos falte la comida durante el año”, contó.
Asimismo, mencionó que su hija, modificó un poco la tradición: “A ella no le gustan las lentejas, siempre era un tema que se las comiera, ahora que es grande y tiene sus hijos, prefiere poner un puño de lentejas en los rincones de su casa junto con otras semillas, pero también para la abundancia”, dijo.
Otra de las tradiciones comunes es prender veladoras, por ello, Doña Juana, hizo la compra de veladoras e inciensos: “En la casa nosotros hacemos una oración antes de cenar, antes del brindis y antes de las 12, para que como familia estemos unidos y en salud, prendemos los inciensos, las veladoras y hacemos una petición”, compartió.
Además, Clara, quien busca tener un progreso en el ámbito económico, dijo que prepara bolsitas de cuarzos con canela para regalar a sus familiares: “Siempre le regalo algo para que tengan prosperidad, un borreguito, un jabón para la buena suerte…esta vez les daré morralitos con canela para el dinero”, detalló.