El mundo actual enfrenta diversos cambios demográficos y es por ello que a efecto del trigésimo aniversario de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) se han planteado nuevos retos demográficos.
Esta brinda la oportunidad de explorar el modo en que los valores del programa de acción pueden seguir siendo una guía que oriente los enfoques comunes y problemáticas mundiales del desarrollo sostenible.
El mencionado programa se ha basado en los principios y medidas del cambio demográfico y la diversidad, medio ambiente, salud reproductiva, universalidad de los derechos humanos y la igualdad entre los géneros.
De esta forma, los representantes de los estados miembros de las Naciones Unidas, así como las entidades de las Naciones Unidas y organizaciones regionales e intergubernamentales han planteado los objetivos fomentar respuestas prácticas al cambio demográfico, reforzar los enfoques de derechos humanos de las políticas de población que promuevan la igualdad entre los géneros, salud sexual y reproductiva y la rehabilitación.
Además de promover el logro de los objetivos de desarrollo sostenible en un mundo en rápida evolución.
En ese sentido, el Gobierno de México ha podido presentar avances en todos los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) en temas como la interrupción del embarazo por voluntad de las mujeres es un derecho en 13 de las 32 entidades del país, mientras que a nivel internacional México ocupa el décimo lugar entre los países más poblados del mundo.
Como país de renta media hoy crecemos lentamente, sin embargo, aún hay rezagos sociodemográficos en poblaciones, sobretodo regiones rurales e indígenas.
Hace cuatro décadas, en el estado de Hidalgo uno de los principales objetivos de la política en materia de población fue reducir el crecimiento demográfico a través de la planificación familiar, en un marco de respeto a la salud sexual y reproductiva.
Aunque el objetivo se ha cumplido, actualmente la dinámica demográfica plantea nuevos retos y necesidades en temas como el embarazo en adolescentes, envejecimiento de la población, la migración internacional y el desarrollo urbano sostenible.
El COESPO ha coadyuvado a los objetivos de bienestar de la entidad, fortaleciendo la cultura demográfica para que la población conozca la naturaleza, causas y consecuencias de los fenómenos demográficos que forman parte de la vida cotidiana, pues de esa forma las personas podrán tener una opinión informada y que les permita orientar su toma de decisiones.
Respecto a los temas prioritarios como el de salud sexual y reproductiva, las personas necesitan tener acceso a información veraz y a un método anticonceptivo de su elección que sea seguro, eficaz, asequible y aceptable y deben estar informadas y empoderadas para autoprotegerse de las infecciones de transmisión sexual.
De tal forma que cuando decidan tener hijos, las mujeres deben poder recibir atención de profesionales sanitarios expertos y deben disponer de acceso a servicios que las ayuden a tener un embarazo adecuado, un parto sin riesgo y un bebé sano.
La igualdad de género es también un requisito para avanzar en el desarrollo y reducir la pobreza, las mujeres empoderadas contribuyen a la salud y productividad de sus entornos, pero también mejoran las perspectivas para la siguiente generación.
Durante los últimos treinta años, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) por sus siglas en inglés, ha jugado un papel importante asistiendo a los países en el desarrollo de sus capacidades en la recolección y análisis de datos, participando en el diálogo que se genera a nivel regional, nacional y global.
De tal forma que los insumos que proporciona contribuyen a la generación de políticas sólidas y que se traducen en una mejor calidad de vida para las personas.