Debido a la tercera ola de calor que se presenta en el Estado de Hidalgo, en algunos establecimientos de Pachuca y la región de Tula de Allende existe desabasto de hielo como en tiendas de conveniencia y centros comerciales, por lo que los vendedores han optado por congelar botellas, garrafas y hasta bolsas de agua para no negar el producto.

Con refrigeradores vacíos y congeladores sin bolsas de hielo comercial es con lo que se han encontrado los ciudadanos que buscan mitigar los estragos del calor, en ese sentido, Guadalupe Soto, dependiente de una tienda tradicional en el primer cuadro de la ciudad, explicó que desde hace aproximadamente una semana notó que las ventas de este tipo de productos aumentó.

“La gente busca hidratarse, sí compran agua, refrescos, cerveza, pero también piden mucho hielo…empecé a congelar bolsas para no negárselo a la gente porque hasta venían vendedores de pollo a preguntar por él porque el que traían se les deshacía”, contó.

La población de la capital, acostumbrada a climas frescos y vientos constantes, se ha tenido que acostumbrar en los últimos días a temperaturas de hasta 33 grados centígrados, por lo que otros establecimientos como tiendas de conveniencia han aplicado la misma técnica, llenando garrafas y colocándolas en los refrigeradores para que el cliente no se vaya con las manos vacías.

Por su parte, personal de una cadena de farmacia, que ofrece además de medicamentos, amplia gama de productos y alimentos, refirió que a pesar de que el hielo les llega constantemente, se acaba con la misma facilidad: “Ahorita sí tenemos, está en 29 pesos la bolsa, se agotó unos días, a veces solo nos dura dos o tres días y se acaba”, externó la entrevistada.

Una situación similar se vive en el municipio de Tula de Allende, en donde este producto es buscado por la población para mitigar los efectos del calor, al respecto, el empleado de una tienda de abarrotes localizada en la colonia Unidad Habitacional Pemex, Carlos Durán, expresó ayer que el hielo no se encuentra tan fácil, que los proveedores tardan días para surtir y que se ha convertido en un producto de primera necesidad en esta temporada calurosa del año.

“Está muy escaso el hielo comercial y ya no lo encuentras y los comercios que llegan a tenerlo se les acaba rápido, en horas, pues las personas buscan refrescarse ya sea con agua o refrescos y buscan el hielo como complemento para que las bebidas estén frías… Incluso hay personas que esperan a los proveedores en la calle para adquirirlo”, aseguró el entrevistado.

Además, ante la demanda de este producto, Durán refirió que como comerciantes se han solidarizado con la población para mantener precios justos y cuidar la economía de los habitantes de Tula: “La bolsa cuesta treinta y cuatro pesos aquí en esta tienda de abarrotes, pues vivimos en carne propia la inundación pasada y por tal razón mantenemos el costo justo del hielo”, finalizó el empleado.