IXMIQUILPAN, Hgo.- Entre grandes retablos y arquitectura churrigueresca como barroca se encuentra la escultura de Sátanas que tanto a infantes como a mayores atemoriza porque “el diablo que está en la iglesia del Carmen chifla si no pones atención a la misa”.
Así lo contaron algunas personas mientras miran pasar la virgen de El Carmen cargada por mujeres tras concluir la procesión por calles principales del barrio durante la tradicional feria que se realizó este fin de semana.
La fachada de la iglesia elaborada con cantera rosa solo es una prueba de las imágenes, pinturas, retablos y demás arte religioso que feligreses cuidan, pues el templo data desde el siglo VXIII de estilo churrigueresco y barroco.
El sábado, se llevó a cabo una conferencia sobre el altar mayor de la capilla de El Carmen, donde José Vergara del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Hidalgo, habló al respecto.
Recordó que don Esteban Ramos, vecino del barrio, le mostró hace tiempo un documento del siglo XVIII que le permitió consultarlo y mencionaba la fundación de la capilla .
José Vergara manifestó que la devoción a la virgen de El Carmen en Ixmiquilpan, en su opinión personal dijo que se mantiene un vínculo profesada por el Santo Cristo de Mapethe, de la iglesia de Cardonal.
Indicó que de ello existen dos circunstancias que emiten esta posibilidad y una de ellas es a causa de la alegoría con este Cristo (acaecida el 19 de mayo de 1621), pues el entonces arzobispo ordenó fuera trasladada a la Ciudad de México que enfrentó una férrea resistencia de los habitantes de toda la región de Ixmiquilpan.
Cada 16 de julio, católicos realizan la feria en honor a la Virgen, in embargo, la pandemia impidió la organización del evento y en este año 2022 regresó tanto los fuegos pirotécnicos como la procesión, bajo las medidas de sana distancia.
Fue entonces que las puertas de la iglesia volvieron abrirse para la oración católica, así como para mucho admirar los retablos en madera labrada y dorada, especialmente el altar mayor.
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Además, en lo más alto del retablo lateral izquierdo, se asoma el medio cuerpo de Sátanas con las manos abiertas y ojos abiertos, siendo el San Miguel Arcangel quien lo domina con su espada y un pie encima.
Desde cualquier banca de la iglesia se observa el rostro del Diablo.
Vecinos ahora recuerdan cuando sus ancianos, tal era el caso de Doña Margarita Pérez Villareal, los tomaba de la mano para llevarlos a la iglesia y decirles que debían guardar silencio, así como atender la eucaristía o el diablo chiflaba.
