En Hidalgo existen varias cantinas tradicionales que incluso tienen más de 100 años de antigüedad y que las historias que se cuentan en estos lugares han sido plasmadas en diferentes escritos.
Por ello, escritores y artistas visuales que participaron en el libro “Letras de Pachuca”, coordinado por el Instituto Municipal para la Cultura de Pachuca, recorrieron tres cantinas emblemáticas que mencionan en sus textos.
Salón Pachuca
El primer punto fue el Salón Pachuca que abrió sus puertas en el año de 1924. A esta cantina han acudido desde locatarios del mercado Benito Juárez, funcionarios, periodistas, reporteros, albañiles, comerciantes y estudiantes, de acuerdo con algunas narraciones
El Salón Pachuca está considerada una de las cantinas más antiguas de la capital del estado, ubicada en la calle Venustiano Carranza en el centro, casi enfrente del mercado Benito Juárez, la cual fue remodelada recientemente, es atendida por uno de los dueños el señor Mateo.
En sus paredes de piedra aún hay fotografías de algunas personalidades que han visitado esta cantina, así como cuadros de Pachuca.
La característica principal es la rockola que aún conserva y que, de acuerdo con algunos visitantes, tiene canciones para “adoloridos”, las cuales puedes cantar en toda tu estancia en este lugar.
La Barata
Otra de las cantinas que se menciona y en la cual hicieron una parada fue La Barata, que se ubica en la calle de Abasolo.
Por su barra de madera y bancos, han desfilado miles de personas que son atendidos por su dueño Felipe Escalante mejor conocido como “El Flaco” quien lleva más de 60 años como cantinero.
Este es un lugar pequeño, en donde se han construido varias historias, amenizadas por las melodías que salen de su rockola que funciona a través de monedas.
En sus paredes también hay cuadros de imágenes ya viejas y enfrente de la barra, figuras y botellas vacías de bebidas que se encuentran de adorno.
Salón Regio
El último de los puntos visitados en este recorrido fue Salón Regio, una cantina que se ubica en la calle de Ocampo en el centro de Pachuca, considerado uno de los lugares con más historia de la capital del estado ya que surgió desde los años 20.
Esta cantina cuenta con gabinetes que da un ambiente de más privacidad, los cuales están instalados desde los años 40 cuando fue adquirido el espacio por el señor José Márquez, abuelo del actual encargado, José Enrique Márquez, así como el área del bar y lonchería, en donde hay barras para tener una estancia agradable
Miles de personas han acudido a esta emblemática cantina que desde la entrada tiene las clásicas puertas de madera.
La comida en estos tres espacios es lo que también las caracteriza, así como las bebidas que preparan.
En el libro “Letras de Pachuca” mencionan las historias de amor y desamor que se han escuchado en estos lugares y que forman parte de la vida cotidiana de los pachuqueños.
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