En el municipio de Huichapan, el ranchero Gonzalo González González, identificado por sus vecinos de la comunidad del Tagui, desvió el caudal del Río Pathecito, situación que causó inconformidad en la comunidad quienes lo acusaron de secar dos kilómetros del este sistema natural hídrico.
Ante esta situación que puso en riesgo la flora y fauna en la rivera del Río Pathecito, los pobladores sostuvieron reunión con el alcalde de Huichapan Emeterio Moreno Magos, quien les informó que podían reabrir su cauce, y que no era necesario la aprobación del gobierno municipal.
Los pobladores del Tagui, encabezados por el delegado Carlos Mejía y policías municipales con ayuda de una máquina retroexcavadora, quitaron el bordo que impedía que el río transitara hacia abajo del cañón.
Los pobladores informaron que esta represa era ilegal, ya que no contaba con el permiso o concesión de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para realizar un represo con fines agrícolas.
Esta represa había secado el río Pathecito por varios kilómetros lo que había ocasionado que plantas como sabinos se secaran, así como renacuajos y peces se murieran.
La esperanza regresó a los pobladores del Tagui, quienes dijeron estar contentos de que el cañón por donde corre este caudal volviera a tener vida, por lo que agradecieron el apoyo del alcalde Emeterio Moreno Magos.
La presa que se construyó de manera ilegal tuvo fines agrícolas, para irrigar huertas de limón y nogal, las cuales fueron sembradas en terrenos ubicados al lado del río.