En los diez meses de pandemia, de sus 240 afiliados, cerca de 130 tuvieron que despedir a aproximadamente mil 300 empleados, dijeron ayer, en conferencia de prensa, integrantes de la mesa directiva de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentado (Canirac) delegación Hidalgo.
Así mismo, que 40 negocios cerraron definitivamente y 20 están por hacerlo, dijeron Juan Carlos Méndez Hosking, presidente, Héctor Vera, Demetrio Ordaz y Ligia Arriaga, entre otros, ayer en el quinto día de “cacerolazo” pacífico, en Pachuca y algunos otros municipios de la entidad, a cargo de propietarios, empleados, sus caseros y sus proveedores.
Señalaron que el diálogo con las autoridades estatales y municipales, se ha centrado en el tema Covid-19, sus efectos y consecuencias, empero para éstas pasa a segundo término la defensa de los empleos y la supervivencia de los negocios, por lo que ese gremio dañado y en quiebra, requieren llamar su atención todos los días a las 13 horas, a fin de sensibilizar que el riesgo es que se pierdan 4 mil empleos directos más.
“Abrimos o morimos”, advierten los restauranteros de esta entidad, al solicitar la comprensión de las autoridades estatales y sanitarias, para que les permitan trabajar aún en semáforo rojo, pero bajo estrictas medidas sanitarias, puesto que afirman, “no somos foco de contagios de Covid-19”.