Reloj Monumental de Pachuca cumplirá 111 años

Su creación rinde homenaje al primer centenario de la Independencia de México

Gustavo Vargas

  · martes 7 de septiembre de 2021

El monumento alberga toda una historia / Foto: Blanca E. Gutiérrez

Corría 1910 cuando, la noche del jueves 15 de septiembre, decenas de pachuqueños se congregaron en la Plaza Independencia para vitorear a los héroes que nos dieron patria, durante el acto el entonces gobernador Pedro L. Rodríguez, inauguró EL Reloj Monumental de Pachuca, una obra que fue posible gracias al apoyo de empresarios como Francisco Rule y Felipe N. Barros, así como los propietarios de las principales minas de la región.

Sergio Baños Rubio, presidente municipal de Pachuca, sin embargo, rememoró, que fue en enero de 1907, cuando comenzó esta historia, momento en que el municipio recibió un documento en el que el entonces secretario de Gobernación federal, Ramón Corral, instruido por el presidente de la República Porfirio Díaz, solicitó que se erigiera en la capital del estado un monumento conmemorativo por los primeros cien años de la Independencia de México.

Dos años antes, en la Bella Airosa se había suspendido el proyecto para la creación de esta plaza en el Centro de la ciudad por falta de recursos, así que siendo presidente municipal Alfonso M. Brito, se dio a la tarea de buscar recursos para la edificación del proyecto creado por el arquitecto Tomás Cordero y Osio, y que fuera dirigido por los ingenieros Luis Carreón y Francisco Hernández.

Fue así que en punto de las 23 horas se inauguró el edificio de estilo neoclásico, hecho con cantera de Tezoantla, de 36.17 metros de altura y de cinco niveles: acceso principal, mirador, cuarto de máquinas, piso de carátulas, cada una con 2.40 centímetros de diámetro y la cúpula o campanario donde penden ocho campanas de bronce, la cual fue construida en la Fundidora de Fierro y Acero Monterrey.

Desde el exterior se podían advertir en cada una de sus caras, orientadas a un punto cardinal distinto cuatro esculturas fabricadas de mármol italiano, los cuales simbolizan igual número de momentos históricos para el país: la Independencia 1810, la Libertad 1821; la Reforma en 1859 y la Constitución de 1857.

En su interior, refirió el alcalde, desde su inauguración, el Reloj de Pachuca, alberga la maquinaria Dent, un mecanismo elaborado con los mismos materiales que el del Big Ben, traído desde Londres por Jesús Zenil, representante del imperio Austrohúngaro en aquella época.

En esta misma área se encuentra un carrillón que toca cada quince minutos cuatro campanadas, en punto de las doce, seis y nueve de la noche ofrece un fragmento de México Lindo, el Himno Nacional y Cielito lindo.

Cabe señalar que a la maquinaria se le da mantenimiento cada tercer día, y antes si las palomas o el viento causaron un desajuste en las manecillas del reloj, este trabajo es desempeñado por Jorge Daniel Olguín, personal adscrito a la Secretaría de Desarrollo Económico y quien realiza este trabajo desde hace 28 años.

El mantenimiento mensual, refirió Baños Rubio, es en promedio de 13 mil 230 pesos, e incluye desde el costo de los gastos operativos hasta el pago de nómina del técnico.

La primera remodelación de la que se tiene fecha ocurrió en enero de 1869, antes de que fuera inaugurado el reloj, momento en el que se plantaron árboles traídos del bosque del Hiloche, y los cuales fueran retirados en 1925.

En 1979, bajo el mandato del entonces gobernador Jorge Rojo Lugo, se registró otro de los cambios más sustanciales a la Plaza Independencia, cuando se construyó el estacionamiento subterráneo.

Durante la administración de Mario Viornery, en 1992, se realizaron nuevos cambios a la plaza, esta vez en cuanto a mobiliario urbano y la construcción de un quiosco de cantera que hacía juego con la estructura del reloj.

Para 2008, se llevó a cabo una de las remodelaciones más notorias al monumento con la limpieza de la cantera y restauración de la cubierta del campanario, trabajos que fueron acompañados por un sistema de iluminación.

Siete años más tarde, en 2015, se hicieron nuevas modificaciones a la plaza, esta vez con la creación del Centro Cultural del Reloj.

Finalmente, en 2021, se llevó a cabo una intervención de restauración y limpieza de grafitis en el cual se emplearon, bajo la supervisión del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), los procedimientos Ecomecánico Ibix, Sistema Heritage y Feltpen Fadeout, los cuales han sido usados en otros monumentos históricos alrededor del mundo, como la Torre Eiffel de París y la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.

Durante su administración, Sergio Baños, afirmó existe un proyecto para una nueva restauración que impediría escurrimientos al interior; no obstante, dijo, aún no se cuenta con el presupuesto.

Sin pretenderlo, el Reloj de Pachuca, se convirtió en el fin de una época y en el eco de sus primeras campanadas en el final de la paz porfiriana; sin embargo, su sonido, persiste al paso del tiempo y se convierte segundo a segundo en un testigo de nuestra historia.

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