TLANALAPA, Hgo. - Luego de noventa años de que vecinos de todo el municipio participaran por primera vez en el acto de arrullar al Niño Dios de forma masiva, el acontecimiento que une a más de cuatro mil personas hizo una pausa por un presunto desacuerdo con el párroco del templo de San Francisco de Asís; sin embargo, los devotos solicitaron permiso para adorarlo en la vivienda de su custodia, a donde desde el sábado y este domingo acudieron cientos en un acto de fe.
La memoria colectiva y su actual "madrina" refieren que la pieza de tamaño real elaborada de un material semejante al alabastro fue adquirida en 1930, en un convento del Estado de México y que desde entonces el proceso de arrullar al Niño Dios comenzó a sumar feligreses especialmente durante los últimos treinta años.
Teresa Juárez, tiene 79 años de edad y desde hace 54 es la madrina del Niño Dios; sin embargo, asegura fueron sus padres, quienes en la década de los treinta adquirieron esta pieza y desde entonces hicieron un fuerte compromiso con Dios: el de vestir al Niño y adornar el templo de San Francisco de Asís, para después arrullarlo.
Este año, un supuesto desacuerdo entre el presbítero León Valencia Otamendi y vecinos del municipio habría dejado a toda la población sin la ceremonia religiosa; no obstante, los tlanalapenses, pidieron permiso de entrar a la vivienda de "Los Juárez", en donde lo llenaron de rezos y devoción.
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"Fue una herencia de mis padres, yo no tengo hijos, pero desde hace más de cincuenta años participo en esta ceremonia, todos los años visto al niño, adorno la iglesia y lo arrullo".