TLAHUELILPAN, Hgo.- “Hoy les damos el ultimo adiós a nuestros hermanos y es un momento de tristeza después de tres meses de espera en que familiares recibieron los restos de sus seres queridos y debe ser un momento de firmeza y esperanza pues aquellos rostros ya no se verán jamás”.
Así lo expreso, ayer, domingo, el sacerdote José Marcelino Valdez Tovar, quien presidio la misa de restos presentes de cuatro víctimas, ante cientos de habitantes que abarrotaron la iglesia de San Francisco de Asís de esta ciudad.
El párroco añadió que aún existe la esperanza de resurrección o como una semilla que se cultiva en tierras de cultivo, a pesar de que la vida de las victimas ha sido truncada.
“Ahora se construye una sociedad más fraterna que acompaña a las cuatro cuerpos de tres jóvenes y un adulto que serán enterrados y resucitaran como Cristo resucito entre los muertos” señalo el padre a los feligreses católicos.
En el sermón dominical, añadió que solo Dios dará vida y esperanza a la gente que está en medio de la tristeza y deben orar y acercarse al creador.
Luego de concluir la misa, pasado el mediodía de ayer, las cuatro víctimas del incendio ocurrido el anterior viernes 18 de enero en la comunidad San Primitivo, se llevaron sus restos a sepultar en el panteón municipal de Tlahuelilpan, en medio de numeroso contingente de personas y cohetones al aire.
Entrevistado el sacerdote José Marcelino Valdez, indico que es un poco confortante para los habitantes saber que ya tienen los restos de sus seres queridos y les brindaron cristiana sepultura durante el Domingo de la Misericordia.
El párroco dijo que ayer mismo, a las cuatro de la tarde, también acudiría a la capilla de San Primitivo para realizar la misa a uno o dos restos humanos más que ya fueron entregados a sus familiares. “Es una realidad que se debe asumir y vivir y que permanecerá en el corazón de los habitantes de esta región para siempre”.