Tres sacerdotes perdieron la lucha contra el Covid-19

Al menos quince fueron infectados, mientras que religiosas todas sanaron

Alama Leticia Sánchez

  · lunes 7 de junio de 2021

Obispo de Tula de Allende, Juan Pedro Juárez Meléndez | Alama Leticia Sánchez

El obispo de Tula de Allende, Juan Pedro Juárez Meléndez, confesó que sacerdotes como religiosas de esta jurisdicción eclesiástica fue golpeada por el Covid-19, pues de ellos perdieron la vida a causa del virus.

En las otras dos Diócesis de Tulancingo como Huejutla, también padecieron lo propio.

Durante una entrevista en exclusiva con EL SOL DE HIDALGO, el obispo de Tula informó que el riesgo de contraer el virus trastocó tanto a los cercanos a él como a los fieles, “nadie está ajeno al mundo, todo lo que la enfermedad ha causado en todas partes aquí también afectó”.

Fue entonces que mencionó de la Diócesis de Tula fueron 15 sacerdotes que contrajeron la enfermedad y tres de ellos perdieron la vida a causa del Coronavirus.

Algunas religiosas también se contagiaron, y “gracias a Dios todas salieron adelante, pero esto nos habla que al estar compartiendo con todo el pueblo las alegrías, tristezas, angustias y las esperanzas, nadie pudo salvarse de esta situación”.

Respecto a las otras dos de las tres Diócesis en Hidalgo, dijo el obispo Juan Pedro Juárez Meléndez que en el caso de Tulancingo como Huejutla fue grande el número de párrocos con problemas del virus, así como el número de quienes fallecieron por la misma causa.

Exhortó a los católicos aplicar las medidas sanitarias, tanto mantener la sana distancia, usar el cubrebocas y el gel antibacterial, “cuidarnos y cuidar de la salud de todos”.

Mencionó que permanecer unidos en la fe en estos momentos difíciles de la pandemia es necesario, pues el Covid-19 continúa cometiendo estragos en la salud tanto de hidalguenses, el resto de mexicanos como del mundo.

Máximo pastor de la grey católica en la Diócesis de Tula de Allende, siempre se inclinó por respetar las indicciones del sector salud para evitar los contagios, “si nos interesa el bien común, ni modo que hubiéramos dicho lo contrario.

Somos los primeros en cuidar, no solamente la salud corporal humana, sino también su salud espiritual”.

Fue tanta la preocupación por mantener la vida sana, que el obispo de Tula como sacerdotes y monjas ya hablaban del cuidado antes que los civiles “como algo que el Señor mismo nos pide de cuidar la vida y la salud”.

Puntualizó que independientemente de haber o no pandemia, es un deber de todo buen cristiano cuidar su salud para vivir de manera plena.


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