Tulancingo, Hidalgo.- El trastorno del sueño más común es el insomnio, que es el problema para conciliar el sueño, el cual puede ser inicial, medial o final del sueño. Actualmente van de la mano con los trastornos afectivos, informa Gerardo Borbolla Serrano, neurólogo del Hospital General. El insomnio crónico afecta a 8 o 10 por ciento de la población adulta, y el insomnio transitorio lo sufre alrededor de 40% de la población de cualquier país occidental, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Algunas de las etapas del sueño son: rem y no rem, sueño profundo y sueño superficial, respectivamente, y su función es descansar de la actividad cerebral y física para recuperar energía y nuevamente entrar en el ciclo de vigilia. “Hay que recordar que quienes sufren trastornos del sueño tienen dificultades para conciliar el sueño, para mantener un ciclo de sueño, vigilia normal o problemas de hipersomnia diurna (mucho sueño en la mañana), complicaciones en la conducta durante el sueño. Dependiendo de la patología será la causa”, afirma Borbolla Serrano. Existen más de cien causas que pueden producir trastornos del sueño y son muy diversas: físicas, trastornos metabólicos, obesidad, cardiovasculares, genéticos, ginecológicos, respiratorios, gastrointestinales; psicológicas: estrés, depresión y ansiedad. Asimismo, enfermedades neurológicas: infecciones mononucleosis, Parkinson, trastornos tiroideos, entre otros. “Esto está en relación con situaciones de estrés, ansiedad o depresión, y se convierte en un ciclo vicioso, porque ahora la gente tiene más trastornos afectivos, e independientemente de los problemas de carácter familiar y laboral que todo mundo tiene, las condiciones sociales implican que las personas vivan estresadas”. El trastorno puede ocurrir a cualquier edad, pero se ve más reflejada en la población joven y productiva. La incidencia más alta es en la adolescencia y personas de 30 a 40 años de edad, afirma.
Tulancingo, Hidalgo.- El trastorno del sueño más común es el insomnio, que es el problema para conciliar el sueño, el cual puede ser inicial, medial o final del sueño. Actualmente van de la mano con los trastornos afectivos, informa Gerardo Borbolla Serrano, neurólogo del Hospital General. El insomnio crónico afecta a 8 o 10 por ciento de la población adulta, y el insomnio transitorio lo sufre alrededor de 40% de la población de cualquier país occidental, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Algunas de las etapas del sueño son: rem y no rem, sueño profundo y sueño superficial, respectivamente, y su función es descansar de la actividad cerebral y física para recuperar energía y nuevamente entrar en el ciclo de vigilia. “Hay que recordar que quienes sufren trastornos del sueño tienen dificultades para conciliar el sueño, para mantener un ciclo de sueño, vigilia normal o problemas de hipersomnia diurna (mucho sueño en la mañana), complicaciones en la conducta durante el sueño. Dependiendo de la patología será la causa”, afirma Borbolla Serrano. Existen más de cien causas que pueden producir trastornos del sueño y son muy diversas: físicas, trastornos metabólicos, obesidad, cardiovasculares, genéticos, ginecológicos, respiratorios, gastrointestinales; psicológicas: estrés, depresión y ansiedad. Asimismo, enfermedades neurológicas: infecciones mononucleosis, Parkinson, trastornos tiroideos, entre otros. “Esto está en relación con situaciones de estrés, ansiedad o depresión, y se convierte en un ciclo vicioso, porque ahora la gente tiene más trastornos afectivos, e independientemente de los problemas de carácter familiar y laboral que todo mundo tiene, las condiciones sociales implican que las personas vivan estresadas”. El trastorno puede ocurrir a cualquier edad, pero se ve más reflejada en la población joven y productiva. La incidencia más alta es en la adolescencia y personas de 30 a 40 años de edad, afirma.