“Con la pandemia los únicos beneficiados han sido los que hacen piratería y plagian nuestros bordados. Los tenangos piratas a la alza, mientras que el artesanal, en declive”, comentó José Adalberto Flores de la Asociación de Dibujantes de Tenango de Doria.
Dice que en Tulancingo, Pachuca e Ixmiquilpan están vendiendo piezas que no pueden considerarse tenangos pues “el auténtico solo lo damos los dibujantes de genética, desde nuestros abuelos, traemos el don del trazo en manta”.
“Trabajamos con lo que se puede, con quienes reconocen el trabajo artesanal. La venta de bordado quedó muerta; en la plaza había gente que ofrecía sus productos, pero ahora nadie o muy contados”.
Ante ese panorama, añade, siguen dibujando y bordando, pero igual trabajando cultivos como cilantro, pápalo, tomate entre otros para poder subsistir. Es una alternativa de ingreso o de autosustentabilidad.
El entrevistado reconoció que no toda la gente de Tenango de Doria borda, se dedica a labores de comercio o incluso sale del municipio a obtener un ingreso empleándose en varios oficios, sin embargo, calculó que el 30 por ciento viven de la labor artesanal.
“Estamos varados porque los filtros sanitarios no dejan bajar a los turistas y el pueblo pareciera como encerrado. Sí hay materia prima como hilos y mantas, pero no hay clientes”, asevera al tiempo de decir que invirtieron en comprar hilos y telas antes de la pandemia, pero su producción está varada. En comunidades que se caracterizan por los bordados como: San Nicolás, San Pablo, López Mateos, El Nanthe están sin venta.
Refirió que después de la pandemia se avizora un panorama nada alentador y tardarán en recuperarse, por lo tanto, cita que lo único que pueden tener es fe y entonces tendrían que ser apoyados por las autoridades: “Necesitamos el respaldo para decir que son auténticos tenangos así evitaríamos piratería la cual crece rápido”.
Insistió que lo que llegan a hacer algunas personas que no son nativas de Tenango son intentos de trazos y es respetable pero no pueden llamarse tenangos. Explica: “Manejamos un diseño único que ha pasado de generación en generación, y que se ha ido heredando”.