Tulancingo, Hidalgo.- Lo que pudiera ser un atractivo viaje ala Sierra Otomí-Tepehua, se convierte muchas ocasiones en unauténtico suplicio. Muchas quejas han sido expuestas por usuariosdel transporte público de pasajeros que viajan de Tulancingo aTenango de Doria, a Huehuetla y viceversa. Algunos entrevistadoscomentaron que si bien hay unas camionetas tipo Urvan, modernas,estas no tienen pasamanos y cuando van repletas de pasajeros, estosno tienen de dónde sostenerse. Aunado a ello, los operadores dansendos acelerones o frenan bruscamente, por ello la gente tiene quehacer malabares para no caer. Aunque algunas personas de la terceraedad o mujeres cargando sus hijos son las más expuestas. En losautobuses, los casos son similares, ya que no cuentan concanastillas para colocar las maletas o recaudo. Además, a vecesvan colmados de pasajeros, lo que representa un peligro, ya que amayor peso, hay más posibilidades de alguna falla mecánica. Deigual manera, es molesto para los que van de pie, la clásica vozdel cobrador que les dice: “Váyanle pasando para atrás”.Rosario Pérez comentó que cuando se viaja parado debido a lascurvas, hay gente que se marea y hay poca ventilación. De igualmanera, quienes se desplazan de San Antonio el Grande o Huehuetla,hacia Tulancingo, son casi cuatro horas. “Si alguien quiere ir albaño, hay que esperarse hasta Tenango de Doria, pero si va muylleno el autobús, no se puede uno bajar”. La entrevistadaagregó que también hay una gasolinería en el crucero de SantaMaría, pero los choferes no dan chance de bajar ahí, “por eltiempo”. Asimismo, para muchos usuarios es una molestia escucharla música a exceso de volumen que llevan los operadores y quemuchas veces son corridos alterados o narcocorridos, algunos congroserías y hasta mentadas de madre. Otros quejosos dijeron que esmuy importante que los directivos de esta línea estén alpendiente del servicio que se ofrece, porque los serranos nomerecen viajar en estas condiciones.
Tulancingo, Hidalgo.- Lo que pudiera ser un atractivo viaje ala Sierra Otomí-Tepehua, se convierte muchas ocasiones en unauténtico suplicio. Muchas quejas han sido expuestas por usuariosdel transporte público de pasajeros que viajan de Tulancingo aTenango de Doria, a Huehuetla y viceversa. Algunos entrevistadoscomentaron que si bien hay unas camionetas tipo Urvan, modernas,estas no tienen pasamanos y cuando van repletas de pasajeros, estosno tienen de dónde sostenerse. Aunado a ello, los operadores dansendos acelerones o frenan bruscamente, por ello la gente tiene quehacer malabares para no caer. Aunque algunas personas de la terceraedad o mujeres cargando sus hijos son las más expuestas. En losautobuses, los casos son similares, ya que no cuentan concanastillas para colocar las maletas o recaudo. Además, a vecesvan colmados de pasajeros, lo que representa un peligro, ya que amayor peso, hay más posibilidades de alguna falla mecánica. Deigual manera, es molesto para los que van de pie, la clásica vozdel cobrador que les dice: “Váyanle pasando para atrás”.Rosario Pérez comentó que cuando se viaja parado debido a lascurvas, hay gente que se marea y hay poca ventilación. De igualmanera, quienes se desplazan de San Antonio el Grande o Huehuetla,hacia Tulancingo, son casi cuatro horas. “Si alguien quiere ir albaño, hay que esperarse hasta Tenango de Doria, pero si va muylleno el autobús, no se puede uno bajar”. La entrevistadaagregó que también hay una gasolinería en el crucero de SantaMaría, pero los choferes no dan chance de bajar ahí, “por eltiempo”. Asimismo, para muchos usuarios es una molestia escucharla música a exceso de volumen que llevan los operadores y quemuchas veces son corridos alterados o narcocorridos, algunos congroserías y hasta mentadas de madre. Otros quejosos dijeron que esmuy importante que los directivos de esta línea estén alpendiente del servicio que se ofrece, porque los serranos nomerecen viajar en estas condiciones.