TULA DE ALLENDE, Hgo.- A través de un video que subió a sus redes sociales, Joel “N”, socio de la cooperativa La Cruz Azul, quien está privado de su liberad desde hace tres meses, enfrentando un proceso penal, envió un mensaje a los cooperativistas, en el que acusa a su compañero Federico Sarabia Pozo de haberlo engañado, para realizar actos considerados como delitos graves, con la finalidad de captar recursos.
Explica que durante más de dos años de lucha y resistencia se dedicó a diferentes actividades como director de la empresa filial Azul Concretos y Premezclados, y en diciembre de 2020, le asignaron nuevas funciones específicas para comercializar cemento producido de la planta de Cruz Azul, Hidalgo.
Asegura que Federico Sarabia Pozo, en su calidad de administrador único de Azul Concretos y Premezclados, le solicitó utilizar la estructura administrativa y la plataforma de tecnología de la información para registrar las operaciones para captar recursos.
“Y, mediante el esquema de pago de erogaciones por cuenta de terceros, daríamos vida operativa y financiera a la planta productora de cemento”, detalla.
Expone que de los ingresos por la comercialización, “haríamos pagos a proveedores, pago a despachos de abogados y, principalmente, para el apoyo de salarios a compañeros socios y socias que quedamos sin ingresos y al olvido, a causa de los conflictos internos que existen en nuestra Cooperativa”.
Refiere que por cuestiones legales no puede profundizar en el tema, pero sí puede decir “que todas esas actividades fueron solicitadas y autorizadas por el presidente del Consejo de Administración y también por el administrador único, el compañero Federico Sarabia”.
Joel “N”, dice también que cuando fue detenido el ocho de junio de 2020, tenía la confianza y la seguridad de quedar en libertad al día siguiente, “ya que mis actos serían reconocidos por la autoridad dentro del marco de la legalidad”.
Pero lamentablemente, cuando se le vinculó a proceso, entendió que fue engañado por el presidente del Consejo, “para cometer diversos actos que hoy se tipifican como delitos que ameritan cárcel.
Acusa también que esperaba el respaldo moral, el apoyo económico y jurídico de quién y quienes tenían el poder y el control, pero fue abandonado a su suerte y aunque existió la oportunidad de seguir su proceso en libertad, sigue preso, porque su proceso sigue estancado al carecer de recursos.
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Y refiere que decidió enviarles este mensaje, para que nadie más caiga en estos problemas, “siento que fui engañado, créanme que, a la hora de la verdad, el compañero Federico Sarabia no saldrá a defendernos, a menos que sean personas de su grupo de lucha desde hace muchos años.”
Y destaca que hoy, la vida y sus actos le dieron una gran lección, “pero también nos da la oportunidad de reconstruir el muy dañado tejido social y estamos a tiempo, pero todos tienen que hacer un esfuerzo para lograr la conciliación”.