ACTOPAN, Hgo. El joven actopense Randy Huebe fue el único que sobrevivió al Covid-19 en el seno de su familia: “A la fecha estoy en mi casa y espero que entren mi papá y mi mamá por la puerta, pienso que andan de vacaciones o en sus juegos”.
Era ascéptico al virus SARS-CoV2 hasta que comenzó con un simple malestar de gripa que lo obligó recurrir a su padre: un hombre deportista, fuerte, vigorizante que difícilmente aceptaba medicinarse.
Con 30 años, Randy Huebe confió su historia con el objetivo de crear conciencia entre la población para aplicar cada uno de los cuidados sanitarios que las autoridades han recomendado para la prevención del contagio.
Recuerda bien el día que comenzó su cruzada contra el Coronavirus, pues al acudir por primera vez con una doctora e intentar respirar profundo mientras le revisaban los pulmones, simplemente no pudo hacerlo.
Así que acudió al hospital de Covid-19, donde fue revisado por médicos, le aplicaron la prueba. Su padre ya presentaba tos, quien al igual que su madre se negaron realizarse el mismo estudio al argumentar “primero tu”.
Lamenta que nunca se percató por sí solo que había perdido los sentidos del gusto y el olfato.
Con el apoyo de un oximetro, corroboraron que los niveles de respiración de los tres eran bajos de lo normal. Ante ello, los papás respondieron que el aparato no servía, sin embargo, la doctora aclaró que sí servía, la situación real es que todos estaban contagiados.
Ambos salieron de su morada para hacerse la prueba. Ella debió quedarse al diagnosticarla como grave. Más tarde, su padre dijo sentirse débil, el estado de salud de él era peor que el de su esposa.
Randy Huebe no olvida la mirada de su papá llena de temor, angustia, a bordo de una ambulancia que nunca antes había conocido.
Confesó bajar la guardia en las últimas semanas, debido a que creyeron todo había pasado, además, se confiaron que todo respecto al Coronavirus estaba bien aunado a que nunca conocieron a un contagiado, ni defunción cercano a ellos.
De pronto, recibió la desagradable noticia que su mami, como él la llamaba, había fallecido.