Eran originarios de Hidalgo cinco de los nueve hombres ejecutados y que fueron localizados en tierras de cultivo de la comunidad San Javier, municipio de San Juan del Río, en Querétaro, el martes 10 de enero
Tres eran vecinos de la localidad de Santa Ana Ahuehuepan de Tula de Allende y dos más del municipio de Tepetitlán, uno de estos de la comunidad de Palo Alto.
Los infortunados fueron localizados inicialmente por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de Petróleos Mexicanos (Pemex) cerca de una camioneta de color negro y un automóvil de color azul, ambos con placas de circulación del estado de Hidalgo, mismos que tenían sus luces prendidas.
Así lo dio a conocer a medios de comunicación de la zona en entrevista el secretario de seguridad pública del municipio de San Juan del Río, Ángel Rangel Nieves.
El personal de Sedena junto con el de Pemex realizaban recorridos de vigilancia por la zona de ductos cuando observaron las unidades y cerca los cuerpos de las personas que aparentemente presentaban marcas de signos de violencia y lesiones por impacto de arma de fuego.
Elementos de la policía municipal después de llegar al sitio y tras haber corroborado el hallazgo acordonaron el lugar, hasta que personal de la Fiscalía General del Estado llegó y realizó el levantamiento legal de los cadáveres.
Los familiares de los occisos se presentaron en el sitio para reconocer los cuerpos y realizar los trámites correspondientes de ley y así trasladarlos hasta sus domicilios y darles cristiana sepultura en su lugar de vecindad.