Durante sus años de juventud, Salvador Torres quien se distinguió como un boxeador de “pegada fuerte”, ahora solo vive del recuerdo en un asilo ubicado en el centro de Tulancingo.
“El Tiburón” como también era conocido por su valentía en el cuadrilátero en las décadas 40 y 50.
Nacido en el año 1928 en el “barrio bravo” de Tepito, refiere que por ser zurdo sorprendía con contundentes ganchos al hígado a sus oponentes.
Una de sus víctimas, fue “El Toluco” López quien al final de un combate este popular boxeador dijo: “Éste… pega como patada de mula”.
Agregó que tuvo noches triunfales en la arena Coliseo de la Ciudad de México lo que lo llevó a disputar un campeonato nacional de peso pluma, aunque no recuerda el nombre de su contrincante.
Aunque de acuerdo con una página digital a mediados de los 60´s, expuso y retuvo su título contra el potosino Rosalío Muro.
Tuvo la oportunidad de convivir, conocer y pelear con otros pugilistas de estos tiempos como Ultiminio Ramos, Ricardo “El Pajarito” Moreno, Arturo “Cuyo” Hernández y Vicente Saldívar entre otros.
Cabe señalar que la mayoría de estos boxeadores, después de la fama y fortuna que obtuvieron, algunos quedaron en la pobreza extrema, debido a los excesos y otros ya murieron prácticamente en el olvido.
El de Salvador Torres, es un caso similar, ya que refiere que solo algunos familiares lo visitan y evita hablar si es que tuvo esposa e hijos.
Sin embargo, no pierde sentido del humor y refiere que además fue un excelente bailarín y que, tras sus peleas, cual fuera el resultado iba a festejar con “los cuates” al Salón México.
Finalmente dijo que en la actualidad se mantiene en forma y le gusta mucho el trabajo dentro en el lugar que se ha convertido en su hogar.
Por su parte personal del asilo donde vive comentaron que Salvador es una persona alegre, educada y muy participativa sobre todo en actividades de ejercicio.
EL DATO
Salvador Torres, de acuerdo a datos archivados en páginas de boxeo, llegó a ser campeón nacional de peso pluma