Se celebró el Día de la Madre en la región Tula-Tepeji y por tan emotiva fecha, las “reinas del hogar” fueron agasajadas con bonitos regalos de parte de sus seres queridos.
Además que fueron llevadas a restaurantes, cafeterías y comedores, desde temprana hora y hasta la tarde-noche, para desayunar y comer y convivir con sus familiares. Literalmente, ayer, fue para apapachar a las progenitoras por su día.
Sin embargo, no todo fue felicidad y algarabía para algunas mujeres, pues tuvieron que trabajar arduamente y hacer labores cotidianas para el cuidado de sus vástagos.
Tal es el caso de Martina Hernández Almaraz, quien a pesar de las adversidades que a lo largo de su existencia la vida le ha marcado, ha sabido sobrellevar los tropiezos y desavenencias al quedar bajo la custodia de sus cinco menores nietos.
Es una abuela que ha sabido ser madre, y quien ha sido para sus nietos un gran ejemplo de la experiencia, trabajo, honestidad, paciencia y firmeza. Su madurez ha aportado buenos ejemplos y valores siempre que los han ayudado a crecer.
Desde hace ocho años quedo al cuidado de sus cinco nietos huérfanos de madre.
Ella es una madre y abuela ejemplar y vive en la Avenida del Trabajo, en la popular colonia Independencia de Tlaxcoapan.
Desde antes que amanezca y hasta después del anochecer, se desvive por atender a sus cinco “angelitos” como ella les llama. Previamente realiza sus labores domésticas y se va a trabajar.
“Gracias a Dios puedo disfrutar a mis cinco nietos que son la razón de mi vida y todo para mí. Quiero que sean alguien en la vida y no sufran como yo, por eso me esmero que vayan a la escuela pública y que nunca les falte que comer en la casa” dijo en confianza, la mujer de edad madura.