La presa La Esperanza, ubicada en Cuautepec, no desfoga a los afluentes, y como consecuencia éstos y los canales de riego, están secos, por lo que campesinos de diversos sectores de la región Tulancingo, sobre todo los cercanos al “Río Grande”, tienen que ocupar de los pozos de agua.

La falta de lluvia, conlleva a que no escurra el hídrico por la obra de toma, aunado a que está azolvada con lodo y lirio, en casi 70 por ciento de su capacidad.

Al no haber desfogue a los canales paralelos a afluentes, en terrenos ejidales, en lo que forma parte del Distrito de Riego 28 Tulancingo, los cauces están secos, no logran a permear hacia los campos.

Cabe citar que la capacidad del embalse es de 3.9 millones de metros cúbicos de los cuales 2.7 millones, están azolvados, lo que representa un 69.23 por ciento de volumen muerto, según el reporte de la Dirección Local Hidalgo de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a través de la Subdirección Técnica.

Es decir, sólo 1.2 millones de metros cúbicos es lo que tiene de agua en su vaso, pero no registra gasto en su toma de salida.

Productores confían en que las lluvias puedan presentarse en la región, para que el agua fluya en los ríos y éstos a su vez, puedan ayudar a que los cultivos crezcan, en tanto, seguirán tomando agua de los pozos, que almacenan hídrico.

Dicho embalse, forma parte de la Región Hidrológica RH 26 “Río Pánuco”, Subregión Hidrológica Alto Pánuco del Río Moctezuma y una de las corrientes principales de esta cuenca es el río Grande Tulancingo que cambia su nombre aguas abajo por Río Alcholoya y posteriormente por el de Río Metztitlán.