Hace más de 170 años que llego a Acaxochitlán la festividad a la Virgen de la Asunción, esta festividad, tiene antecedentes que se remontan al año de 1848 en un documento en donde se menciona la elaboración de altares que eran colocados en las esquinas de la plaza, hechos con adornos de tela.
Arturo Castelán director de la casa de Cultura de Acaxochitlán, dijo que de acuerdo a datos obtenidos, la celebración a ésta advocación fue traída a este municipio por los franciscanos establecidos en Tlaxcala, desde donde se administraba la parroquia que fue fundada aproximadamente en el año 1568 y se dedicó a la Asunción de María.
La veneración a esta imagen fue asumida por los acaxochitlenses, como la mayoría de las celebraciones católicas, y se cree que es una sustitución de las prácticas prehispánicas relacionadas con el calendario agrícola vinculadas a la cosecha de la manzana y el cultivo de maíz.
Ésta fiesta tiene como característica principal el Tránsito de la Virgen que inicia el 13 de agosto, día en que se recuesta la imagen en una mesa que es ataviada a manera de cama, con un lienzo blanco y adornada en los flancos con un atado de millis (plantas de maíz) en cada esquina de la mesa.
Alrededor de la imagen son colocadas también manzanas, flores blancas y algunas de colores, mientras que en el piso se coloca la ofrenda que consiste en cajas y canastas con manzanas que son las primicias de los huertos y cultivos de la región.
El 14 por la tarde es levantada esta imagen y se coloca la que representa la Asunción de María quedando como principal representación en el altar resaltando la simulación de nubes y algunos ángeles.
El 15 muy temprano, se le dan mañanitas, y se realizan celebraciones Eucarísticas y también una procesión con la imagen mientras se representa un rosario viviente en un recorrido similar al de la fiesta del Señor del Colateral en mayo, finalizando con una quema de fuegos pirotécnicos.