Aunque el Panteón Inglés, ubicado en Real del Monte, es Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, la asociación encargada para su cuidado y preservación, lo tiene en el abandono.

María del Carmen Hernández Skewes, actual cuidadora por herencia del panteón y descendiente en quinta generación de ingleses, explicó que no hay mantenimiento, más que el esencial de limpieza y deshierbe.

No así para las lápidas con resquebrajamiento y la barda perimetral que requiere rehabilitación, así como los estrechos caminos dentro del sitio y que conducen a las tumbas. Esto, dijo, no es por la pandemia por Covid-19, sino que es de años atrás.

Descendiente de John Skewes, con origen probable en Irlanda del Norte, María del Carmen también revela que turistas, fotógrafos y otros (antes de la pandemia por Covid-19), no respetan el cementerio.

“Los dizque fotógrafos se suben a la barda según para tomar la mejor imagen, pisan las lápidas, al igual que los turistas a pesar de que está prohibido y lo saben. En otras ocasiones, se saltan la barda. Es una tristeza que tomen estas actitudes”.

Su padre, Inocencio Hernández Lara, único mexicano nombrado por la reina Isabel II del Reino Unido miembro de la Orden del Imperio Británico, cuidó por más de 40 años el panteón, pues falleció en 2011, a los 80 años.

Mientras que su madre, Abril Skewes Ramírez, bisnieta de Jonh Skewes, se dedicaba al hogar y murió a la edad de 25 años por diabetes juvenil, por lo que no tuvo oportunidad de cuidar las 755 tumbas junto con su padre.

María del Carmen, de 62 años, mencionó que su padre empezó a cuidar el panteón por encomienda, “en la mañana era minero y en la tarde sepulturero”.

Con el paso del tiempo, Inocencio, conocido como “Don Chencho”, recopiló de forma oral todas las historias de los personajes sepultados en ese lugar: ingleses, irlandeses, escoceses, alemanes, tres chinos y un holandés.